Fotos: Dory Hernández
Al menos 2.000 productos al alcance de los consumidores, las 24 horas del día, gracias a la idea de Domingo Robayna del Castillo de implantar en Lanzarote el novedoso sistema de compras por cajero automático ‘A todas horas', de tecnología catalana. Es muy fácil: Llegar al dispensador; seguir las instrucciones en la opción ‘cómo comprar', escoger la categoría de productos y seleccionarlos según las necesidades, incluso de nevera; depositar el dinero, recoger el cambio, el ticket de compra y los productos y hasta la bolsa para llevarlos a casa. Así de fácil y en pocos minutos se pueden realizar compras a cualquier hora del día.
El primer dispensador automático comenzará a funcionar previsiblemente mañana en Puerto del Carmen. Está localizado en la fachada del Supermercado Marcelo, en la calle Roque Nublo no. 20 de Puerto del Carmen, muy cerca del Varadero. El otro dispensador, ubicado en la gasolinera Shell del barrio capitalino de Altavista, entrará en servicio la próxima semana, según adelanta el promotor de la idea. Una vez activados los cajeros, podrán comprarse en ellos una gran variedad de productos, exceptuando frutas y verduras, aunque en un futuro cercano también está prevista su venta a través del innovador sistema. “Es único en Canarias y lo hemos traído a Lanzarote”, apunta el empresario.
Compras seguras
El cajero muestra en la pantalla la fotografía y nombre del producto seleccionado y de inmediato informa al cliente del número de existencias y su valor unitario, además, cada vez que el comparador introduce un producto en la cesta virtual va apareciendo el subtotal de la cuenta, de esta forma puede ejercer un exhaustivo control de la operación. Las ventas de bebidas alcohólicas tendrán un estricto control en cuanto a la hora de adquisición y la persona que la realiza, fundamentalmente por la edad del comprador. Ante todo, las bebidas que contengan alcohol sólo podrán compararse hasta las 22:00 horas y necesariamente por personas adultas. Si un menor pretende comprar, por ejemplo, una cerveza, puede seleccionar el producto pero el cajero le expresará la imposibilidad de hacerlo. ¿Cómo? Existe una cámara de vigilancia próxima al cajero conectada a una central en Barcelona, cuyo personal impedirá la transacción al percatarse de que se trata de un menor de edad. En 40 segundos el potencial comprador sabe si puede acceder o no a la bebida alcohólica. Con la tecnología aplicada el margen de error es prácticamente nulo, pero en cualquier caso cada comprador dispone del ticket de compara para gestionar cualquier incidencia. El supermercado automático recibe billetes hasta de 50 euros.