Carmelo García Déniz, director insular de la Administración del Estado
Oficialmente el director insular de la Administración del Estado ha recibido tres quejas por la falta de un médico en Lanzarote que aplique las vacunas necesarias para viajar a destinos que así lo exigen. Según explicó Carmelo García Déniz, el facultativo que desempañaba ese trabajo se jubiló y entonces asumió la responsabilidad, sin estar obligado, el director del Hospital Insular, gracias a un acuerdo entre el Estado y el Cabildo de Lanzarote. Sin embargo, las obligaciones propias del médico le impedían seguir con la carga extra y el Cabildo se lo hizo saber oportunamente al director insular. El director del Hospital, ante propuesta de García Déniz, continuó el trabajo a pesar de la falta de tiempo, mientras el representante del Gobierno central hacía las gestiones pertinentes ante el Delegado del Gobierno en Canarias para nombrar un médico en propiedad. No obstante, en marzo se suspendió el servicio porque por más que el médico quisiera ya no podía cumplir. Conclusión: la persona que requiera vacunarse tiene que ir a Las Palmas hasta que “haya voluntad del médico de Las Palmas para venir a Lanzarote”, informa García Déniz.
Poca demanda
Al año se aplican alrededor de 300 vacunas así que la demanda no justificaría tener aquí un galeno permanente, pero también es cierto que la gente que lo necesita no puede estar pagando viajes a Las Palmas para vacunarse. Para el director insular la solución idónea es el desplazamiento periódico de un facultativo de Las Palmas, y en eso, subraya, está trabajando.