viernes. 02.05.2025

El tío que no fue elegido en las urnas y que pactó con el diablo para estar en La Moncloa; el que enchufó a su mujer y le inventó –o se inventó ella- una licenciatura inexistente; el copión de tesis que no tiene la vergüenza de dimitir, se ha ido a Canadá, a que Trudeau hijo le forme la guardia. Debe ser que Trudeau no conoce al personaje. ¿Qué pinta Sánchez en Canadá? ¿Qué pintaba en Chile y en Bolivia, recibiendo medallas y collares que no merece? Qué mala suerte tiene el PSOE con sus últimos líderes. Este es un copión y el otro, el anterior, Zapatero, recibe el calificativo de imbécil por parte del secretario de la Organización de Estados Americanos, calificativo que yo comparto, por su papelón en Venezuela, ayudando a un dictador. Estos son los que quieren, en su estudiada ambigüedad, sacar los restos de otro dictador de su panteón en Cuelgamuros. Somos el hazmerreír del mundo entero, paseando a Sánchez en aviones oficiales, cuyos vuelos nos cuestan millones de euros a los españoles. ¿Pero se puede saber lo que pinta el copión en Canadá? ¿A qué va, a plagiar las cataratas del Niágara? Me da vergüenza que este tío viaje por el mundo representando a mi país, cuando no es capaz ni de investigar para una tesis doctoral, sino que la fusila y no dimite. Este señor está descalificado para representar a España, pero hace mucho tiempo que en el PSOE vale todo, incluso los mentirosos. Este falsificador de currículos no me representa a mí, no me da la gana, es sólo un plagiador de trabajos ajenos que quiso engañar a un tribunal universitario, o que se confabuló con ese tribunal para lograr un grado –el de doctor- que no merece y que le deberían retirar o la comunidad universitaria o los tribunales de justicia.

Publicado en el Diario de Avisos

¿Y a qué fue este tío a Canadá?
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