viernes. 02.05.2025

1.- Si el pobre José Sazatornil, Saza, viviera, estaría haciendo ya el papel de Junqueras, cuyo segundo ha sido detenido ayer y él mismo podría acabar en el talego, en “Todos a la cárcel”, aquella fantástica película de Luis García Berlanga. Pueden acabar en el talego el presidente Puigdemont y la presidenta del Parlamento, la tal Forcadell. Por delitos de sedición, a lo mejor. De momento, catorce cargos de la Generalitat han sido detenidos. Serán llevados ante el juez, que posiblemente los declarará investigados y podría tomar contra ellos medidas cautelares. Cuando escribo me dicen que Junqueras reculó y que la interventora de la Generalitat le mandó finalmente, ayer tarde, los papeles contables a Montoro. No les vale ya jugar al gato y al ratón: Rajoy es gallego y actúa de acuerdo con Ciudadanos y el PSOE, aunque el PSOE no lo reconozca, porque no le interesa. La autonomía catalana está suspendida, de facto, sin necesidad, de momento, de citar el artículo 155 de la Constitución, ni convocar al Senado para que tome la medida. Las leyes están para ser obedecidas y más la ley de leyes. Y los independentistas catalanes no tienen bula. Ni habrá referéndum, ni Cataluña se separará de España, por más que lo digan Puigdemont, Junqueras, Forcadell y el mismo Bartoméu, que ha metido al Barça en el procés. Craso error. Bartoméu va a perder las elecciones de su club porque el fútbol no tiene color político. A ver qué les dice a los aficionados de toda España que siguen al equipo que viste de azulgrana. ¿Los va a convertir en independentistas? ¿Los va a hacer simpatizantes del procés? Que aprenda de La Caixa, que es otra cosa. Mucho más inteligentes sus dirigentes y los del Banco Sabadell y los del resto de la banca de Cataluña extendida por toda España. Están a lo que diga el Gobierno de España que, en los tiempos malos, salvó a todas estas entidades.

2.- La burguesía catalana que no se ha mamado el 3% no está con ellos, con los del procés. Imaginen los que han pagado el 3%. Lo que quiere ocultar toda esta mascarada es un chanchullo económico, una mamandurria, una ladroniza. Mienten como bellacos, falsean la realidad, falsifican datos, cifras y acontecimientos, confunden a la opinión pública sin escrúpulos, han creado una irrealidad inventada que quieren convertir en realidad. Se han vuelto locos, en una palabra. Ya todo esto pasó en el 34 y la República también tuvo que mandar a la Guardia Civil. Quieren un muerto, como si el muerto les fuera a solucionar la vida. Son unos irresponsables y si llega el muerto será su culpa, no la de un Gobierno legítimo –el de la nación—, que quiere evitar una sedición, un golpe de estado y hasta una ladroniza con el dinero de todos los españoles. Ya está bien. Ayer, Rajoy, con la anuencia de Ciudadanos y del PSOE (esta última una anuencia silenciosa) ha hecho lo que tenía que hacer: denunciar, dejar actuar a la justicia y aplicar la ley sin contemplaciones. E incautar nueve millones de papeletas, actas electorales y otro material ilegal para el referéndum que no va a celebrarse. Los 12.000 loquitos de la CUP que se manifiesten, que lo hagan, pero que no rompan un escaparate, porque entonces tendrán que pagarlo. A estos revolucionarios de tres al cuarto en cuanto les tocas el bolsillo se achantan. Y si son insolventes, a la cárcel hasta que paguen con pena de talego el mal que están haciendo, su vulneración de la Constitución.

3.- Esto es lo que hay. Parece que se producirán más detenciones. Y quién dice si Puigdemont y Junqueras y Forcadell, a los que no quieren hacer mártires, no acaban en el talego también, por sediciosos. Ya no mandan en Cataluña; manda el Estado democrático, el Estado de todos los españoles que forman una nación, que es indivisible. Cataluña ni tiene bulas ni tiene más derechos que los que le marca la Constitución, que es de todos y para todos. Lo de que tenía que entrar a saco la Guardia Civil y la Policía Nacional estaba cantado. Interior ha alquilado tres barcos, que estarán atracados en el puerto de Barcelona, para alojar a los agentes que mantendrán el orden. Se ha desplegado un auténtico ejército de fuerzas de orden público. Lo que haga falta, con tal de que se cumpla la ley. Faltaría menos.

Es una publicación de El Diario de Tenerife.com

¡Todos a la cárcel!
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