Por Andrés Chaves
1.- Lejos de molestarme, me encanta que la jueza Bellini y la fiscal Farnés Martínez me estén investigando. Les repito a ellas -y a ustedes- que se van a llevar un chasco maravilloso. Pero la noticia de que ambas se interesan por cuántos libros le vendo yo al Ayuntamiento de Santa Cruz ¡dentro del sumario de Las Teresitas! me llena de estupor. Es como si, por ejemplo, investigan al obispo de Malabo por un tema de espionaje a la NASA. Lo gracioso del "secreto" -ya se sabe que Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez, dijo que la justicia era un cachondeo y no le pasó nada- se confirma cuando el domingo, en La Provincia, se dan todos los pelos y todas las señales de un asunto considerado como tal. Pero, claro, al saber (porque se ha publicado) que me están investigando porque vendo pocos o muchos libros (es la primera vez en España que ocurre este disparate) mi banco no me renovará los créditos, mis amigos dejarán de llamarme por teléfono, los empresarios a los que asesoro deplorarán mis consejos, me abandonarán mis lectores, no me saludará la gente por la calle y mis enemigos batirán palmas. Ha comenzado mi juicio paralelo. Y ya era hora. Después de criticar la instrucción errática del caso Las Teresitas, y los palos de ciego de sus protagonistas judiciales y policiales, me lo esperaba, sinceramente. Ahora bien, eso de sentirse un poco el elefante blanco del asunto, a mí me pone, qué quieren que les diga.
2.- Al margen de lo anterior -y por otro asunto ajeno a los putos libros- más de una docena de periodistas tinerfeños han pasado por el juzgado de instrucción número 4 de Santa Cruz en otro caso judicial (los gastos electorales del CCN de Nacho González ). No saben ustedes cuántas recomendaciones me hicieron, cuando declaré como testigo, de que aquello era también secreto. Cuál no sería mi sorpresa al verlo publicado todo en la prensa de Las Palmas, incluso con más detalles de los que yo mismo sabía. En fin, que la justicia no vive su mejor momento y ya ni siquiera la escribo con mayúsculas. Les diré, además, que yo no le he vendido ni un solo libro al Ayuntamiento de Santa Cruz. Ni uno. De eso (y, además, muy poquitos en los ocho años que solicita su señoría) se encarga una empresa. Yo sólo los escribo. Bonito fuera que la justicia -con minúsculas- se quisiera cargar el sector editorial en Canarias.
3.- Por otra parte, La Provincia, que una vez informó en primera página de la visita a Canarias del presidente de Venezuela ¡Andrés Chaves ! -o sea yo, fíjense qué obsesión tiene conmigo ese diario-, inicia mi juicio paralelo con una noticia de Ideapress sobre lo de los libros. Esta agencia pertenece al conglomerado de un tal Pomares , que ha recibido varios millones de euros de instituciones públicas -incluido el Ayuntamiento de Santa Cruz- en los últimos años, justamente en concepto de venta de libros, edición de revistas, periódicos, confidenciales y noticias de tanta tendenciosidad como esta. Coño, señora magistrada, señora fiscal, ahí sí tienen un filón.
achaves@radioranilla.com