jueves. 15.05.2025

Por Andrés Chaves

1.- Ana Oramas no pisa el Ayuntamiento de La Laguna. Está inmersa, y muy contenta, en y con los oropeles de Madrid, que no son otra cosa que farfolla. Quiero decir que estar con el Rey, con el presidente del Gobierno y con los padres de la patria en general son cometidos para los que no fue elegida por los laguneros. Así que lo mejor que debe hacer, si no puede atender el Ayuntamiento, es dimitir para que otro con más tiempo ocupe su lugar. Yo esto lo tengo claro, pero es que además la señora Oramas se está ganando la enemistad de estamentos sociales laguneros, por sus ausencias sobre todo. Y por sus comportamientos huidizos con las necesidades de la ciudad. No me voy a referir al episodio del pregón de la Semana Santa próxima y a la decisión de mi buen amigo el obispo, porque no tengo muchos datos del lance. Tiempo habrá. Pero sé que don Bernardo Álvarez es un hombre prudente y ponderado, que no toma decisiones precipitadas.

2.- El afán por acaparar los cargos es muy propio de nuestros políticos. El paradigma de lo ubicuo lo tienen ustedes en el esquivo López Aguilar , que lo mismo se sienta en Estrasburgo que en Madrid; o que en su secretaría general canaria y en el santuario de Ferraz como miembro de la Ejecutiva nacional socialista. Este es el ejemplo que no se debe imitar. Si doña Anita tiene que defender los intereses de los tinerfeños en Madrid, que deje La Laguna a Fernando Clavijo , que ya tiene aprendizaje suficiente, y así se libera de sus responsabilidades locales, que no atiende bien. Porque no tiene tiempo, simplemente.

3.- A la hora en que escribo no conozco los resultados, ni tampoco las conclusiones, del congreso de Coalición Canaria, pero sería bueno que el partido asumiera ese lema de un hombre/un cargo, naturalmente lo mismo en el caso de las señoras. La Laguna necesita de un alcalde con dedicación plena, no en los ratos libres. Aurelio Abreu , senador socialista, es también primer edil de un municipio menor, Buenavista del Norte, y ya ha dicho que dimitirá de su actividad local antes de que termine el año. Al menos esto pensaba hacer en las vísperas de las elecciones que le dieron el escaño en la Cámara Alta. En fin, que digo todo esto para que los laguneros se pongan las pilas y para que en Coalición Canaria se tomen en serio la dedicación de sus políticos (mucho más de sus líderes) a un solo cometido. Para que lo hagan mejor y reconquisten el poder perdido, que buena falta les hace.

achaves@radioranilla.com

¿Qué le pasa a doña Anita?
Comentarios