viernes. 02.05.2025

Leo que Pedro Sánchez se ha ido en avión privado a la campaña andaluza, a 9.000 euros la cosa, y que se ha llevado, entre otros, a un médico, como si fuera la reina de Inglaterra, que tiene noventa y pico años encima. Este Sánchez despliega unas enormes manías de grandeza, que no le impiden copiar tesis y que le hacen actuar como un monarca medieval. A mí me resultaba antes patético, pero ahora me parece gracioso. Se va a Marruecos sin audiencia concertada con el rey Mohamed, que finalmente lo recibió, le ofrece un Mundial para Portugal, sin consultar a Portugal, y ahora mete un médico en el avión por si le da un yeyo por revisar -a bordo- documentos sensibles con gafas de sol. Este Pedro Sánchez es un cómico y va a fenecer de éxito convocando unas elecciones por falta de presupuestos, unas elecciones que él no deseaba porque lo que quería era darle a Bego una vida placentera en la Moncloa, invitar al suegro de vez en cuando y presumir de Gary Cooper con la Merkel por la zona boscosa de palacio. Una especie de paseando a Miss Daisy. Este Sánchez es todo un personaje a quien el PSOE eligió a falta de otro del que echar mano. No tiene quien le escriba, como el coronel del gallo de García Márquez. No sé, me da que el ridículo que estamos haciendo en el mundo es tan grande que la gente sólo se ocupa de España para reírse. A ver lo que hacen con el Peñón, que al contrario de lo que dijo el invicto, no es como la fruta madura que cae del árbol, que sería una frase más propia del lentísimo Rajoy, a quien Dios guarde.

Publicado en el Diario de Avisos

Pedro Sánchez, avión y médico
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