1.- Voy a contarles mi entretenido fin de semana. Primero, porque me lo pasé acostado. Segundo, porque el Madrid le bajó los humos al F.C. Barcelona, en su campo. Y tercero, por las excelentes y duras declaraciones de Ambrosio Jiménez, mi amigo, que les dio unas buenas felpas a quienes tenía que dárselas y ya estaba tardando. Ambrosio es un hombre honrado, con quien basta un apretón de manos para firmar un contrato. Y como es bueno y honrado lo quieren joder permanentemente, sin conseguirlo, porque él tiene fuerza y recursos para salir adelante. Y una familia y unos amigos detrás que lo apoyamos. Y la fuerza de la razón, que es la fuerza más importante de todas. Sus proyectos en el sur de Tenerife van a salir adelante, mal que les pese a sus enemigos. Y que las autoridades aprendan a ser justas y a no perjudicar a unos para favorecer a otros. Y ya sabe todo el mundo a quiénes me refiero. Ambrosio, ayer, en el Diario de Avisos, ha sido sincero y valiente y en Canarias no todo el mundo lo es. Ha citado a los hombres buenos, a los que le han ayudado, y ha ignorado a los hombres malos, a los que lo quieren perjudicar de una forma espuria. Su entrevista es un modelo de sensatez pero, ya digo, también de sinceridad y de valentía. Enhorabuena, amigo. Si todos en esta isla hablaran así nuestra tierra sería distinta y valdría la pena vivir en ella. Lástima que aquí impere la maldad, el chanchullo y la envidia. Sobre todo la envidia.
2.- Y ahora voy a hablarles del Real Madrid. Ya era hora de que los blancos dieran una lección al Barça. Hubiera habido goleada si el árbitro da por válido el tanto de Bale, que anuló a instancias de un linier parcial o, al menos, despistado. En la segunda mitad, incluso con diez jugadores en los últimos minutos, el Madrid siguió jugando al ataque y ganó (1-2) un partido que todo el mundo decía que iba a perder antes de empezar. Los blancos, con Zidane al frente, tienen que ganar la Champions, por historia y por categoría como club. Será difícil pro hay que tener en cuenta que Atlético y Barça se van a destrozar entre ellos en cuartos, dejando al Madrid en una posición muy favorable. Ya están empezando a hablar de bolas calientes y bolas frías en el sorteo. Todo es mentira. Al que le toca, le toca. Destrozado uno de sus dos hipotéticos rivales españoles –si consideramos al Barça español–, el Madrid lo tiene francamente bien, aunque quede en liza el Bayern de Guardiola, al que últimamente –después de una racha histórica mala– el Madrid le tiene tomada la medida. A ver.
3.- Y, finalmente, el sueño. Este fin de semana me he dado una cura de sueño y ya era hora. He dormido más que nunca, me he metido unos cuantos “tranquis” entre pecho y espalda y he descansado como hacía mucho tiempo que no podía. Ni siquiera he visto televisión, ni he escuchado radio, ni he leído –casi– prensa, con la excepción de la entrevista con Ambrosio de Carmelo Rivero. Total, para lo que dicen. Ah, sí, cuenta “La Provincia”, en su edición impresa, la historia de Carlitos Sosa y de su pareja, la ex jueza Rosell. Parece que a los dos les crecen los enanos en Las Palmas. Yo no le deseo mal a nadie, así que si quieren leer lo que se publica, compren “La Provincia” y allí lo tienen, con pelos y señales. No tengo nada contra ellos, de verdad, pero los tipos caraduras no me gustan. Y sobre todo los que sólo ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Les deseo a ambos lo mejor. Ay.