Por Andrés Chaves
1.- ¿Qué policía tenemos que no ha resuelto nada de lo que ocurre en Canarias en los últimos tiempos? ¿Qué pistas hay de Sara , qué pistas de Jeremy , qué pistas de Isabel Canino , la joven conductora de Titsa desaparecida hace algunas semanas y cuyo rastro se ha perdido? En España, la policía se ha convertido en los últimos tiempos en una policía política. El PSOE la usado a su antojo para montar juicios paralelos, para filtrar noticias interesadas, para organizar detenciones escandalosas, para meter miedo a ciudadanos que luego resultan inocentes. No hace falta ir muy lejos: ahí tienen al alcalde de Mogán, a Santiago Santana Cazorla , a concejales de Telde imputados y luego exculpados, después de haber sido detenidos con pistolas y cámaras de televisión. Porque ya saben que el PSOE confunde las pistolas y la ley con las cámaras de televisión. Yo, con excepciones, no me fío de la policía; le tengo repelús, que no miedo. Otra cosa ocurre con la Guardia Civil, que actúa de distinta forma y que no convierte en rimbombancia policial -al menos que yo sepa- consignas políticas, grilletes innecesarios y extraños y contradictorios mandatos judiciales.
2.- Ahora la policía del PSOE está muy interesada en los dineros en efectivo de José Manuel Soria . El PSOE ha convertido en delito tener billetes de cien, de doscientos y de quinientos euros, pagar en efectivo y disponer de eso que los ingleses llaman "pocket money". Todo el que tenga unas perritas líquidas y no las meta en el banco es un delincuente potencial. A cierto político amigo mío al que intentan imputar por cualquier fórmula en un caso que -de momento- no existe, ni creo que exista nunca, le preguntaron por qué gastó tan poco dinero en un viaje a Sudáfrica. Coño, si gastas mucho te imputan por botarate; si gastas poco te empapelan por barato. Nadie entiende a la bofia, ni a los fiscales, ni a la basca judicial. Cuando se les mete entre ceja y ceja joderte, lo hacen y no reparan en gastos.
3.- Pero para vergüenza del cuerpo de policía, y escarnio de la sociedad española, nadie encuentra a Sara, a Jeremy, a Isabel. Dentro de poco tiempo su recuerdo quedará en la noche de los tiempos, lo mismo que el de esa pobre niña sevillana asesinada y cuyo cuerpo no aparece. La policía está, por lo que veo, para perseguir a políticos, averiguar cuánto se gastó Nacho González en las elecciones, convertir en tenebrosos pisos francos vulgares archivos de facturas, filtrar a los confidenciales dirigidos por seminaristas del PSOE los procedimientos y las declaraciones de los imputados, meter miedo a los rivales políticos del PSOE. Para eso está la policía. Y, mientras, Ana Oramas pactando con Zapatero en Madrid. Que Coalición Canaria ponga los huevos sobre la mesa y no haga más el ridículo es mi conclusión final. ¿O vamos a seguir bajo la bota malaya de ZP y de sus sectarios compañeros?
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