1.- Para mí, la peor noticia de la semana ha sido el triunfo del Barcelona ante el Sevilla, en la final de la copa del rey. No vi el partido –jamás veo los del Barça–, pero creo que el baño fue de órdago y que Iniesta se va del fútbol español con todos los honores. Por la puerta grande. No se notará. El Barcelona tiene una gran plantilla. Me dijeron que Bartoméu, el presidente catalán, no estaba en el palco al lado del rey. Muy educado. El vicepresidente, Jordi Mestre, al que no vi en el palco, tiene cinco hoteles en Tenerife, en Playa de las Américas. En fin, que le metieron una manita al Sevilla y que ganan otra copa del rey, como casi siempre. Creo que el partido no tuvo sino unos colores. Casi ninguna camiseta amarilla entre el público, el himno fue muy aplaudido, el Barcelona jugó con su primer equipaje, pocos o ningún incidente anterior y posterior al encuentro y un trofeo que se va a las vitrinas del Nou Camp. Vale. El Sevilla hizo un partido lamentable y ahora, para reivindicarse, intentará ganarle al Real Madrid en un partido de Liga que será bastante intrascendente. Todos los equipos se parten la cara contra el Real Madrid; contra el Barça se acojonan. Aún así, el Madrid –o quizá por eso—puede ganar su decimotercera copa continental y el Barcelona perdió la eliminatoria con la Roma. A ver qué hace el Madrid esta semana ante el Bayern de Munich, ojalá no le entre la pájara y dé otra lección de fútbol. Zidane se tiene muy estudiado al equipo de nuestro viejo conocido Jupp Heinckes. Ah, y parece que Lewandovsky viene al Real Madrid, a pesar de sus 30 años. Quizá sólo sean rumores, como tantos en este mundo del fútbol.
2.- Se oye hablar mucho menos ya del prófugo y de sus maniobras. Quizá siga hoy, que es lunes. A los catalanes no les gustan los lunes. Casi siempre, con sus fiestas, prolongan hasta el martes sus fines de semana. El prófugo sigue en Alemania, pero ya casi nadie le hace caso. Él necesita del follón para sobrevivir y si no hay follón se condena a sí mismo al ostracismo. Ahora dicen que estará en España antes del 27 de mayo, porque las autoridades alemanas, las judiciales, lo van a extraditar. Bueno, pues me alegro. Le espera una larga temporada entre rejas, por rebelde. Ay, el pobre.
3.- Si les digo la verdad, he escrito bastante este fin de semana. Y una noticia alegre. El pasado domingo se distribuyó, con el “Diario de Avisos”, mi libro “Todos los magos son del Barça”. Creo que se vendieron unos 400 ejemplares en un solo día, según datos que me pasan desde Litografía Romero, que edita el libro. No está nada mal, teniendo en cuenta que el referido volumen ya tiene unos años y que era un resto que quedaba en la mencionada empresa, que tiene los derechos de esta edición. Pues me alegro. El mago ha dado para mucho y a la gente le ha gustado mucho el libro. Lo celebro. Ya lleva algunos miles de ejemplares vendidos desde que salió, hace ya algunos años, repito.
Es una publicación de El Diario de Tenerife.com