Por Andrés Chaves
1.- No contento con el varapalo que le dio el jurado del Premio Canarias de Literatura, el inefable colaborador del ABC, que pone, semana sí, semana no, a parir a los miembros de dicho jurado que no le votaron para el sustancioso premio (30.000 euros, libres de impuestos), Juancho Armas Marcelo se tira de nuevo al verde. Porque, tras concederle el Gobierno la Medalla de Oro de Canarias (esta vez sólo medalla, sin dotación pecuniaria), por recomendación de Soria a Paulino Rivero , se lanza de nuevo, con ímpetu, al estrellato y pretendía ahora el ¡Premio Canarias Internacional! (otros 30.000 euros de baracalofi). El canarión no descansa. Razón tenía su recordado padre cuando le decía: "Juancho, no seas bobo, estudia para catedrático". Total, que tampoco le dieron el Internacional, que se lo llevó el profesor Manolo Medina Ortega , que sí es catedrático y estuvo años en Bruselas dando el callo por Canarias. Juancho se quedó, como su amado Real Madrid, en los octavos de final. La profesora Marisa Tejedor Salguero presidía el jurado. A ver si Juanchito arremete ahora contra ella también.
2.- Hay gente en las islas que cree que se lo merece todo. Mírenme, desgraciado de mí. Marcos Brito , que es amigo mío, me quería dar la Medalla de Oro del Puerto de la Cruz, que creo que tengo archimerecida; se armó un follón tremendo, por parte del PP y de los sociatas, y Marcos, a ruegos míos, retiró la petición. Al final se la concedieron a Juanito Cruz , que como habla bien de los socialistas (y mal del PP, je,je) cada domingo en "El País", pues la merecía más que yo, que me he partido el culo por ese pueblo de desagradecidos. Me proponen para entrar en la Academia Canaria de la Lengua como miembro de número nada menos que los académicos Ramón Trujillo , a la sazón presidente,Juan-Manuel García Ramos y Eligio Hernández ; y, al parecer, no encontraron votos suficientes para que prosperara mi candidatura. Coño, eso sí que es mala suerte y no la tuya, Juancho, que al menos te puedes colgar del cuello -o de los cataplines- la Medalla de Canarias (sin perras, pero con peso).
3.- Hay gente que nace con estrella y otra estrellada, como un servidor. No me conceden un premio desde el año catapún, cuando Gustavo Armas se reunió consigo mismo para darme, en nombre de los reporteros gráficos de prensa, el de la Libertad de Expresión por la defensa que hice de unas pobres mujeres que ejercían la prostitución, violadas a punta de fusil en una batería de costa, allá en la noche de los tiempos. Me siento muy satisfecho de ese premio y de la defensa que hice de aquellas pobres mujeres. Me costó salir a patadas del Diario de Avisos porque entonces el Ejército era sagrado. Y no como ahora.
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