Por Andrés Chaves
1.- Como no he tenido vacaciones, tampoco me será demasiado difícil iniciar la reentrada en eso que llaman "el curso". Yo no sigo cursos desde que terminé mis estudios, así que llevo todas las papeletas para no sufrir esa depresión que afecta a la mayoría cuando regresa al trabajo. Todavía no han tomado los periódicos la forma de fiscal, así que ahora todas las noticias se refieren a la gripe A y a las boberías del Gobierno; por esa parte, tranquilos. Ya llegarán los días en que la crispación se adueñe de sus páginas y cada telediario se convierta en un sobresalto. Este país es así. Y el mundo ha convertido esa estupidez que llaman "sociedad de la información" en una especie de "sociedad del crimen", en la que triunfan las malas noticias y se pierden las buenas en la telaraña de cada edición. Lamentablemente, ha llegado el día en que las buenas noticias no venden, sino las desgracias, las tragedias y las corrupciones reales o inventadas. Estas islas, que tienen todas las condiciones para ser apacibles, alimentan las malas noticias como pocas regiones en el mundo. Hemos llegado a un peligroso nivel de politización y existen demasiados medios de comunicación, muchos de ellos sin sentido alguno. El tiempo pondrá las cosas en su sitio, pero el tiempo es caprichoso. No hay más que leer el Catálogo de Maffiotte para darnos cuenta de que Canarias ha visto nacer y morir, a lo largo de su historia, demasiados periódicos efímeros. Ahora tiene emisoras de radio y de televisión para regalar.
2.- La reentrada, pues, no va a ser demasiado dura, al menos en mi caso. Ya comienzan a verse por los cafés a los funcionarios, que con eso de la crisis tienen todavía menos trabajo del poco que ya desempeñaban. Se les ve morenitos y con ansia de barraquito. Los funcionarios son como un reloj. Marcan como nadie el ocio de la sociedad. Más que su papel de servidores públicos al ralentí desempeñan un estupendo rol de marcadores del tiempo; pero ocurre que en vez de medirlo en minutos lo determinan en cortados. Tantos cortados consumidos, tanto tiempo está pasando. El funcionario y el cortado se meten en la historia inexorablemente juntos. Se trata de una armonía incuestionable, de una amistad indisoluble.
3.- Ya está aquí septiembre, con toda su carga de otoño. Pero como las estaciones andan locas, uno no sabe si septiembre es el verdadero agosto, con lo cual todos se habrán equivocado de mes del asueto, incluso los funcionarios, que posiblemente saben que el 30% de la producción mundial de café está en Brasil, a donde han viajado algunos para conocer sus orígenes. No hay nada más bonito que regresar a los orígenes de uno y los de los funcionarios están indiscutiblemente ligados a la producción de cafés, barraquitos, guayoyos, carajillos, leche y leche y natural. O sea.
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