sábado. 03.05.2025

1.- Cervantes escribió el Retablo de las Maravillas, como un entremés; el rector Martinón se ha cargado de un plumazo a la vice-rectora Maravillas Aguiar, porque Martinón tiene un genio endiablado, quizá desde el día que metió a la policía en la Universidad, en la noche de los tiempos, o, si quieren, en los tiempos de poncio Pilatos, o sea, siendo poncio socialista. Martinón es una persona irascible, todos creímos que había cambiado, pero no, se ha mantenido fiel al carácter malhumorado, que le viene de atrás. Ahora ha despedido a Maravillas, que es una maravilla como mujer y como ser humano, haciendo honor a su nombre. El otro día, Martinón montó en cólera porque en Radio San Borondón, en un debate abierto, un cachondo le preguntó si el rector se teñía la cabellera. Y en vez de hacer un canto al “Just for Men”, Martinón se cabreó y gritó al interviniente: “¡No hemos venido a hablar aquí de tintes!”. Con lo que uno saca la conclusión que saca. Yo, una vez me teñí el pelo, pero se me fue la mano y puse de luto hasta el cuero cabelludo de la cabeza. Acudí a la Internet, a ver cómo se quitaba eso, y leí que con lejía, así que le dije a mi sobrino Sergio –que no pudo negarse porque es mi ahijado— que me frotara la cabeza con un trapo impregnado en lejía Conejo. Y no sólo no se me quitó aquello, sino que se me puso el cabello pelocuca y así estuve tres o cuatro días. Desapareció la negrura cabezuna con restregones de champú del bueno, varias veces al día. Si Martinón se tiñe, que yo no lo sé ni me interesa, lo que le recomiendo es que no se dé mucho “Just for Men”, sino el preciso, que siga al pie de la letra las instrucciones. Y que no se olvide de darle a las cejas porque nadie se va a creer que uno tiene las cejas nevadas y el pelo azabache.

2.- En fin, que pasan cosas muy raras en esta tierra nuestra. Dicen que el clan de Clavijo no le hace caso a Ruano y quiere marcharse a casa. No sé de qué es profesor Ruano, pero muy listo no lo considero. Este Clavijo está colocando gente muy cercana a él en los puestos clave, no se corta un pelo. Ya hablaremos. Yo no lo creía tan audaz, la verdad. Ahora quiero hablarles de arte. Ayer fui a la Fundación CajaCanarias, a ver la exposición de Pedro González. Me pareció espléndida, con cuadros de gran formato y de todas las épocas del pintor. También se proyecta un entrañable reportaje del gran artista. Pedro es pariente mío y yo le tenía muchísimo afecto y también a su hermano Antonio, que siempre me decía: “La mejor entrevista que me hicieron en mi vida como científico fue la tuya”. Seguramente exageraba mi querido profesor para halagarme. El catálogo de la exposición de Pedro es muy bueno, muy bien editado. Cuesta 25 euros. Y el comisario de la muestra es Carlos Díaz-Bertrana, que ha estado trabajando muy al lado de Álvaro Marcos Arvelo. La mayor parte de la colección es de la familia González-Zerolo, al menos la más valiosa, y de las instituciones: Cabildo, Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de Santa Cruz, etcétera. Y de un particular, Lorenzo Hernández. Yo veo las exposiciones muy deprisa y luego me detengo en los detalles del catálogo, que naturalmente compré. Está muy bien presentada en los amplios salones de la Fundación CajaCanarias.

3.- A ver qué cuenta Fernando Mañana a la multitud parlamentaria de su desencuentro con el PSOE. He dicho antes que alguna explicación tendrá que dar, porque Patricia vive sin vivir en ella. Está como atolondrada y dice cosas muy compulsivas por esas radios de Dios. Hombre, la verdad es que de vivir en palacio a vivir en el barrio de La Salud (¿Salud Alto, Salud Bajo? hay mucha diferencia. Pues mañana, jueves, Fernando le dará la explicación. A lo mejor la saluda con un “¡Te quiero vida mía, te quiero noche y día…!, a lo Nino Bravo. No creo que Clavijo tenga tanta voz. Poquita voz, pero desagradable.

El Retablo de las Maravillas
Comentarios