1.- El PSOE se idiotiza sin remedio. A falta de cosas interesantes que decir -o que hacer-, un tal Simancas , dirigente socialista madrileño, ha dicho que los cargos públicos de su partido no consumirán Coca-Cola hasta que no se resuelvan no sé qué despidos de varias fábricas; despidos originados por la mala situación económica del país, de la que son responsables los propios sociatas desde la época de aquel gobernante mentecato, de cuyo nombre no quiero acordarme. Como la estupidez fue demasiado grande, parece que el tal Simancas ha reculado, con el esfínter hecho Coca-Cola, pero decirlo, lo dijo, y además en una red social. Esta gente ha perdido el rumbo y la dimensión de las cosas. Es decir que Rajoy tiene razón mandando a callar al pelón porque es que últimamente Fredy el Químico no dice sino sandeces. Y la hortera de Valladolid, lo mismo. Creo que en la dirección central de Coca-Cola, en USA, los directivos no han dormido tras leer a Simancas en la red social. Les entró un canguelo de aúpa. Y en Beluchistán subieron las acciones de Pepsi gracias al dirigente socialista, todo un genio.
2.- Les digo yo a ustedes que hay gente que no tiene remedio. Por ejemplo, los de la Audiencia de Madrid. Han dicho los sesudos magistrados, dándole liña al barquero, que el escrache a Soraya (Sáez de Santamaría ) es, ni más ni menos, que "un mecanismo de participación democrática". Toma ya. Eso es dar carta de naturaleza al cobrador del frac. Mañana tengo uno delante de mi casa, joder; yo, que estaba escaqueándome. O sea, que la jauría de Ada Colau , a la que yo no entiendo lo que dice, ya puede actuar impunemente. Lo mismo que quienes intentaron frotar sus tetas, el domingo pasado, contra la sotana nueva de monseñor Rouco Varela . ¡Toma coño, qué maravilla de país!
3.- Con tanto desatino, confieso que ando loco. Vivimos en un país divertido, situado entre Simancas y la Audiencia de Madrid. Menos mal que ya se murió el Cojo Manteca , porque igual un jurado popular lo hace santo y obliga a Rouco a entronizarlo en La Almudena, en medio de un coro de tetonas. Pero divertirnos sí que nos divertimos. Aquí cada cual pone su granito de gracia. Incluso Álvarez Cascos , que dice la policía que también trincó del Gürtel; claro que cualquiera cree a la pasmurria.
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