4 de enero de 2007, 15:13
El discurso que tenía que haber pronunciado el presidente del Gobierno de Canarias (en vez del que le redactaron sus adláteres) lo leyó, con voz clara y gesto firme, Ignacio González Martín, presidente de la Cámara de Comercio de Tenerife. Lo leyó delante de los periodistas y fue valiente: dijo que ya estaba bien de juicios paralelos y de que se juegue con la dignidad de las personas y con su inocencia; con los empresarios de Canarias y con ciudadanos honorables. Una lección de pundonor y de sinceridad. Un abrazo, amigo.
Andrés Chaves