22 de febrero de 2007, 14:32
Nunca un Carnaval despertó tantas pasiones como el de Santa Cruz de este año. Una decisión -traer al bailarín Amargo para fomentar la amargura-ha terminado con la fiesta en las portadas de revistas e informativos de radio y televisión. Y de los periódicos. Cuando sea mayor quiero tener tanta inteligencia sociológica: mientras se habla de Amargo no se habla de otras amarguras. Y todos hemos picado.
Andrés Chaves