1.- Se tocan mucho Pedro Sánchez y el otro, Pablo Iglesias; se abrazan, se ponen la mano en el hombro, se aprietan las manos. Mucho toqueteo, ¿no? Ya sabemos que Iglesias besa en la boca a los hombres (¡qué asco!), como hizo con su “marea” Doménech, pero Pablo y Pedro, será por su cercanía bíblica, se achuchan demasiado en público, a mi modo de ver. A lo mejor para demostrar su buen rollito, pero los noto un tanto babosos. Y por más que se toquen, con Rajoy difícilmente jugarán al toqueteo, porque el presidente, aunque es menos tocón –o nada tocón— sí es gallego y los gallegos siempre han mandado mucho en España, desde Franco a Casares Quiroga y desde Casares Quiroga a Rajoy. También mandó mucho en la literatura y en el tremendismo literario don Camilo, que era de Iria Flavia, a la mitad con Padrón, si no recuerdo mal. O sea, que me da que Iglesias y Sánchez tienen algunas cosas en común, ya lo he dicho, pero a Sánchez ya le están ganando los barones en las comunidades autónomas, así que difícilmente controlará del todo un partido que tiene menos futuro que el sastre de Tarzán. Podemos y sus “mareas” están también en franco derribo electoral. Jamás gobernarán en España, a no ser que España cambie mucho y no lleva trazas de eso. Y no digamos los independentistas catalanes: ya se les ha ido el jefe de los Mossos, que van a ser nacionalizados a la mínima, o sustituidos, quien sabe, por la Guardia Civil, que ésta si que lo tiene claro. Y me parece que los Mossos también. Porque de idiotas sería embarcarse en una secesión y en una sedición. Podrían acabar todos en el talego.
2.– La plataforma ciudadana para el no-derribo del edificio de Perrault está haciendo saltar chispas en la sociedad chicharrera e incluso en ambientes judiciales, en esta jurisdicción de forma impropia. Los jueces están para juzgar y callar, no para publicar manifiestos. Creo que alguien ha picado en el anzuelo. Los jueces no están para discutir con el pueblo, porque entonces esto sería Venezuela, ¿no? No hagamos de la judicatura en Canarias una Venezuela más chimba aún, ni un debate de los jueces con el pueblo. Mucho cuidado. La plataforma se ha formado para que Santa Cruz no se vea perjudicada con derribos absurdos, si se va a construir otro edificio igual sobre las ruinas. Que se informen bien los jueces. Y los miembros de la plataforma (entre los que yo no estoy para conservar mi neutralidad) tienen todo el derecho del mundo a discrepar y a discutir las sentencias judiciales, si las consideran injustas. Además, hay tres personas en el talego que no deberían estar, a juicio de media humanidad, porque no se han mamado un duro; podrían haber incurrido en un error administrativo, o no, pero no han robado, ni han cometido actos reprobables. Todo lo contrario: han defendido a Santa Cruz. ¿Equivocadamente? No lo sé, pero desde luego sí con muy buena intención. Y Bermúdez, en el limbo, saliendo por las noches con algunos de sus amiguitos de la administración equivocada. Que aquí todo se sabe. Menos farándula y más Santa Cruz.
3.- Se nota que es verano, porque ni llama nadie, ni veo a casi nadie, si exceptúo un almuerzo que tengo hoy. Si quieren saber con quién, dense una vuelta por “Los Limoneros”. Será interesante, pero no voy a comentar nada de ese almuerzo públicamente, así que el que quiera, que lo vea en directo. Tampoco creo que valga mucho la pena porque me da que a lo mejor no sacamos nada en claro. O sí, quién sabe. Y eso.
Es una publicación de El Diario de Tenerife.com