jueves. 15.05.2025

Por Andrés Chaves

1.- Ha muerto "Alí" , mi fox terrier, a los quince años de edad. Casi todos los que tenemos perros acabamos hablando de la muerte de nuestros perros. Este año ha sido un tanto triste, porque también enterré a "O'Hara" , la westing, de 14 años. A los dos los he visto cazar y era un espectáculo. Una noche me despertaron unos ladridos muy particulares; de alerta. Me levanté y vi a los dos perros cazar una rata enorme que se había colado en el jardín. Disfruté con la escena porque fue toda una lección de estrategia: la rata a dos patas, defendiéndose a mordiscos, y los dos cazadores perfectamente coordinados hasta que acabaron con ella. Luego la llevaron hasta la puerta de la casa porque sabían que tenían premio por su hazaña: unas galletas muy sabrosas. A Alí lo tuve que sacrificar, preso de dolencias varias, entre ellas ceguera y sordera, que no eran precisamente las más dolorosas.

2.- Me quedan cuatro perros: "Linda" (pastora alemana, criada por mi gran amigo Javier Pérez , tristemente desaparecido), "Olivia" y "Lola" (westin y scotish terrier, respectivamente, regalos de Manolo Artiles) y "Mentecata" , bull-dog inglesa, regalada en mi cumpleaños por una persona muy, muy querida para mí. A "Mentecata" le han ofrecido un papel en un programa de televisión y lo he aceptado en su nombre. Me acompañará en la recreación televisiva de la serie "Los Ángeles de Charlie", espacio del que ustedes pronto tendrán noticia y que ya tiene protagonistas femeninas: Miriam Aguiar , Verónica Homs y María José Cámara .

3.- La muerte de "Alí" me ha llenado de tristeza. Fue enterrado con su pelota de tenis, por la que se lanzaba a la piscina, buceaba, saltaba muros, corría como un loco y hacía lo que fuera. Una vez se me perdió y llegó hasta el canal del norte. Pedí insistentemente por la radio que me ayudaran a encontrarlo y me lo rescató el carpintero de Canal 7, lleno de picos y maltrecho de su viaje a lo desconocido. Alí nunca más traspasó la puerta del jardín: su aventura había sido un tanto traumática. Cuando mandé que le practicaran la vasectomía, porque preñaba sin tino a mis perras, se cabreó conmigo y estuvo días sin menear el rabo, apartado del mundanal ruido, en un rincón del jardín en el que ahora descansa en paz. Un puntal. Le encantaban los niños, era cariñoso, dócil, obediente, independiente y buena gente. Adiós, amigo.

achaves@radioranilla.com

"Alí"
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