1.-Me pregunto a qué viene Mariano Rajoy si lleva cuatro años olvidándose de Canarias. ¿A qué viene, a que votemos a su partido? El Gobierno de Madrid ni siquiera ha aprobado el REF, que ha bloqueado intencionadamente para intentar dañar, de paso, a Coalición Canaria y al PSOE, su aliado. Ni siquiera se ha ocupado un carajo de Canarias sino para dinamitar a sus clases medias y empobrecernos a todos. Viene Rajoy presumiendo de que ellos, el PP, han sacado al país de la quiebra; pero también han metido a las familias isleñas en la ruina y el paro en Canarias sigue siendo del 37%. O sea, que si Rajoy viene a mentirnos otra vez, mejor que se quede en Madrid porque ningún canario cabal lo va a creer, cuando empiece a hablar de sus grandes logros en los locales de Sánchez Bacallado, en Guamasa. Si busca el aplauso de los suyos lo va a tener, pero el maltrato del Gobierno de Madrid a Canarias ha sido patente. Los canarios no pueden caer en el error de seguir mendigándole a Madrid, sino de exigir de una vez a Rajoy y a su Gobierno que hagan algo por este pueblo tantas veces olvidado por el Ejecutivo central. Si viene con propuestas concretas que beneficien a estas islas, será bienvenido. Pero si viene a hablar machangadas, que se quede en Madrid, que aquí podemos perfectamente vivir sin sus promesas vanas que no se sustancian jamás. Como tampoco se cumplieron las del lerdo de Zapatero, que prometía como una ametralladora para no atender jamás lo que prometía. Cosas de godos.
2.-Yo soy muy escéptico cuando vienen a predicar esos sumos sacerdotes de Madrid. La misma sensación tengo con Pedro Sánchez, que me parece un verdadero inútil, un émulo de ZP, cuya obsesión única es machacar al presidente del Gobierno y hablar de la corrupción. No sé cómo el PSOE se atreve a hablar de corrupción después de lo que ha pasado en Andalucía, donde se han traspasado todas las fronteras de la mamandurria nacional. Aquí ningún camello se ve su joroba y todos somos unos santos; los malos son contrarios. Pedro Sánchez, en el improbable caso de que un día llegara al poder, será todavía más Cantinflas que ZP, que ya es decir. Y es que este puesto no debería estar reservado a los tontos, sino a los listos.
3.-Me he leído de un tirón “Final de partida” (La Esfera de los Libros), de Ana Romero, la crónica del final del reinado de don Juan Carlos I. Especialmente interesante la irrupción de la princesa Corinna en la vida del monarca, el odio que éste le tiene a su mujer (según sus propias palabras) y todo lo que está pasando y ha pasado en una Corte que creíamos que no existía, pero vaya que si existe. Les recomiendo este libro, que está batiendo récords de ventas y que es una crónica fiel de los últimos años y meses de aquel reinado, destrozado al final de su trayecto. La cacería de Botswana ocupa páginas y páginas y se narra todo con gran lujo de detalles. Se trata del final de un reinado, contado con mucha crudeza. Y aparecen y desaparecen personajes de todos conocidos que han formado parte de la historia última de este país. Ana Romero fue corresponsal de “El Mundo” en la Casa Real y en los Estados Unidos. Está bien narrada la historia. No se pierdan este libro los que tengan curiosidad por lo que ocurre en las entretelas del poder. Y, repito, vaya que si hay Corte borbónica en España. Mucho más de lo que creíamos. Salen a relucir las amantes del rey Juan Carlos más conocidas: Bárbara Rey, Marta Gayá y Corinna (de apellido endemoniado). Iñaki, las infantas y toda la basca de la realeza tienen cumplidas menciones en el relato. Incluso se habla del carácter del rey, que a veces no es tan bueno. Compren el libro, no quiero destriparlo.
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