martes. 23.04.2024
José Luis Aparicio, doctor y gerente de los Servicios Sanitarios de Lanzarote

“Queremos añadir al Hospital Molina Orosa dos plantas más, con lo que se doblará la capacidad del edificio”

"Nos hemos automarcado el objetivo de que la mayoría de la población esté ya vacunada para verano, para julio y con el ritmo de hoy en la Isla es un objetivo alcanzable"
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- "El final cada vez está más cerca gracias al buen ritmo de administración de las vacunas"

- “En Lanzarote hay dos patologías que causan la mortalidad más alta, las cardiovasculares y el cáncer. Por eso queremos colocar estos departamentos en las nuevas plantas y dejarlos bien preparados. Es un objetivo prioritario para esta legislatura, junto a la radioterapia”

-“Desde que afloje el número de ingresados en la UCI crearemos más camas. El Hospital Molina Orosa se inauguró en 1989, cuando teníamos una población de 99.000 habitantes y hoy tenemos 152.000 habitantes. Aunque la UCI se creó un poco después, no se ha seguido el ritmo de crecimiento de la población”

-“Fuerteventura sigue en el nivel 1 de alerta porque tiene tan solo un paciente ingresado y está en planta, mientras que nosotros en ese punto teníamos unos 19 pacientes ingresados para 10 camas en la UVI, es decir un 190% de ocupación, con muchos más pacientes que camas en la UCI”

- “Quienes deciden respecto a los distintos niveles de alerta sanitaria son conscientes del daño económico y social que supone cada nivel. No son ajenos y no lo hacen para fastidiar a una isla u otra”

El doctor José Luis Aparicio, el gerente de los Servicios Sanitarios de Lanzarote, asegura en la entrevista concedida en el programa ‘A buena hora’ de Crónicas Radio-COPE Lanzarote de este miércoles que uno de los objetivos que comparte con su equipo es aumentar en dos plantas más el Hospital Molina Orosa. Aparicio entiende que el Gobierno de Canarias retrasara hasta este pasado lunes la rebaja en el nivel de alerta sanitaria por COVID-19, de 4 a 3, para Lanzarote y La Graciosa, un descenso en las restricciones sanitarias que, de seguir con la actual tendencia a la baja en la incidencia acumulada de casos positivos, podría repetirse este mismo jueves, cuando el Consejo de Gobierno de Canarias volverá a revisar los distintos niveles de cada isla. Aparicio destaca el buen ritmo de vacunación que registra en estos momentos la Isla y, en general, toda Canarias, y valora el importante descenso de la incidencia acumulada en Lanzarote, que en cuatro semanas se ha reducido en un 85%. Además, adelanta algunos de los planes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias en relación a la evidente necesidad de que el Hospital Doctor José Molina Orosa cuente con un mayor número de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos, que ha tenido que habilitar más de las diez únicas camas UCI disponibles durante gran parte de la presente pandemia en dos unidades del propio centro hospitalario (la REA y la RRPA), para poder afrontar el aumento de la presión hospitalaria generada por la crisis de la COVID-19.

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-Doctor, parece mentira que ya haya pasado un año desde que empezamos con esta pandemia por la COVID-19.

- Quizás usted tenga la sensación de que el tiempo haya volado. Yo tengo la sensación de que esto no se acaba nunca. Es un día detrás de otro y un problema detrás de otro. Pero si ha pasado ya tiempo eso significa que ya queda menos. No puede quedar mucho y esperamos que haya un final para poder solucionar todo esto.

-Osea, los sanitarios tienen la sensación de que los días pasan lentos y de que viven, por decirlo de alguna manera, como en la película, en el día de la marmota.

-Sí, esa es la sensación, totalmente. Se repiten los problemas. Primero una ola, luego otra. Es verdad que la experiencia y la práctica con el COVID hace que cada vez ciertos problemas se solucionen de forma más automatizada, pero sí que, igual que la sociedad en general, que está cansada ya de todo esto, para los sanitarios también ha sido un año peleando con todos estos problemas.

-Y además no se puede vislumbrar una fecha definitiva en el horizonte a corto plazo, ¿verdad?

- Sí, si algo he aprendido yo de todo esto particularmente, es que poner fechas o hacer afirmaciones categóricas o muy taxativas es muy difícil porque luego salta el problema por donde quiera y es complicado. Suele surgir siempre algo, que siempre se arregla, pero es muy difícil dar fechas y datos categóricos. Sí que podemos ir explicando cómo van las cosas. Creo que el final está más cerca porque las vacunas están funcionando, y muy bien además. Se nota también en las edades de los pacientes. Ya es excepcional diagnosticar a personas que tengan más de 60 años. Entre los últimos 10 ó 20 pacientes diagnosticados, solo ha habido uno que tenía más de 60 años, pero los demás eran de 50 ó 40 años, lo que tiene que ver, entre otras cosas, con las vacunas. En todas las residencias también se ha terminado la administración de las vacunas, con lo que se reduce mucho el riesgo de que tengamos un brote con consecuencias. Las cosas van poco a poco adelante, pero un poco lentas, con algunos pasos adelante y alguno hacia atrás.

- Los retrasos en el tema las vacunas no dependen ni siquiera del Estado, ¿no? Más bien depende de Europa, que no están trayendo las dosis que se supone que debían traerse, ¿verdad?

- Hay cosas de la que podemos presumir y otras no y esta es una de la que sí podemos presumir. Estamos muy motivados como sociedad. Hasta el domingo pasado, según el último informe de situación, habíamos puesto ya 13.032 dosis, una dosis a 5.500 pacientes y ya dos dosis a 3.700 personas. Cuando diseñamos el sistema para vacunar a la población, estimamos que podríamos tener una velocidad de crucero de 500 vacunas al día, pero esa cifra ya se ha superado con algún día en el que registramos unas 800 vacunas. Ayer mismo administramos más de 800 vacunas en un solo día, así que estamos yendo incluso más rápido en el ritmo de la vacunación que lo esperado. El Ministerio de Sanidad establece nueve grupos en este sistema de vacunación y nosotros vamos ya por el grupo 6, así que estamos muy avanzados.

- La última vez que hablamos nos comentó lo complicado que resultaría vacunar a las personas dependientes porque había que hacerlo en sus propios domicilios. Con ese grupo ya concluyeron la administración de las vacunas, ¿verdad?

-Sí, sí, con ese grupo ya terminamos ya. En una semana administramos todas las vacunas para este grupo. El Cabildo nos ayudó aportando vehículos y conductores -lo más importante- por los problemas para poder aparcar en municipio como Arrecife. No todos los dependientes fueron vacunados en su propio domicilio. Primaria también los clasificó y había algunos dependientes que sí podían caminar, así que a ellos les fue administrada la vacuna en su centro de salud. Eso está terminado. Ahora estamos en concreto con el grupo máximo, que es el 5B, y que corresponde a grupos en activo con personas con funciones en la sociedad y con edades entre 70 y 80 años.

- Entonces aquí en Lanzarote estamos mucho más avanzados en esto de las vacunas que en la mayoría del país, ¿no?

-Sí, aquí vamos bastante bien. Nos hemos automarcado el objetivo de que la mayoría de la población esté ya vacunada para verano, para julio, y mire que no quería dar fechas, pero ese es el objetivo y con el ritmo de hoy es alcanzable.

- Entonces, una vez vacunados nosotros en la Isla y también vacunados los potenciales turistas de Gran Bretaña, irlanda o Alemania, en teoría no debería haber problemas en ese punto para que el turismo se reactive, ¿verdad?

-Sí. Vacunados nosotros y vacunados ellos, el riesgo de tener problemas se minimizaría mucho. Claro que sí.

-Ha habido bastante polémica en la Isla debido a la duración que ha tenido el nivel 4 de alerta sanitaria que el Gobierno de Canarias nos marcó el 23 de enero y que este pasado lunes ha reducido al nivel 3 en Lanzarote. ¿Usted cree que nos podrían haber bajado de nivel mucho antes? ¿Cree que ya en ese momento nos podrían haber pasado directamente al nivel 2?

- Yo no estoy en ese grupo de trabajo ni los expertos que toman esas decisiones tampoco consultan con nosotros porque no es necesario, pero yo casi entendería o podría comprender por qué el pasado lunes no se nos pasó al nivel 3 el jueves anterior. El día antes del pasado 24 de febrero tuvimos un pico de 29 nuevos contagios, que fue una anécdota estadística ya que luego seguimos en nuestra línea, de 10, 11, 8 ó 7 nuevos casos diarios, y además el día antes de ese jueves en el que se valoraba un posible cambio de nivel hubo tres fallecimientos; y se cumplían solo nueve días desde el inicio de los carnavales. Es decir, había muchos condicionantes y circunstancias que creo que invitaban poco a las personas que debían tomar esa decisión a decretar un cambio de nivel, como todos esperábamos. Quienes toman las decisiones respecto a los distintos niveles de alerta sanitaria son conscientes del daño económico y social que suponen cada uno de los niveles. No son ajenos, los conocen perfectamente y no lo hacen para fastidiar a una isla u otra, sino realmente en base a criterios de seguridad y control de la pandemia.

- Claro, lo que pasa es que por ejemplo a Fuerteventura se le ha dejado en el nivel 1 con su número de contagios y, comparando los de Lanzarote, igual era excesivo que nos mantuvieran tanto tiempo en el nivel 4, ¿no cree?

- Sí, pero Fuerteventura tiene tan solo un paciente ingresado y está en planta, mientras que nosotros en ese punto teníamos unos 19 pacientes ingresados para 10 camas en la UVI, es decir un 190% de ocupación, con muchos más pacientes que camas en la UCI. Ellos en Fuerteventura no tienen ningún paciente en la UVI. Hay ocho indicadores y el de la ocupación de la UCI es el que más pesa. Si se desborda pueda dar lugar a un problema si no podemos atender a la gente.

- También hemos oído bastantes críticas por el número de camas en la UCI del Hospital de que dispone una isla con una población como la de Lanzarote. ¿Está de acuerdo con que es necesario aumentar esa cifra de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos?

-Sí. Eso también es cierto. Es verdad que hasta la fecha nuestra UVI ha sufrido puntos de saturación esporádicos en el tiempo, con unos 3 ó 4 al año y en momentos del año como el invierno, igual que en cualquier que en el resto de las UVIs de Gran Canaria, Tenerife, Madrid, Barcelona o Londres. Todas funcionan igual. El redimensionamiento no ha sido incorrecto hasta la fecha porque no se ha saturado mucho, pero también es verdad que este edificio, el Hospital Molina Orosa, se inauguró en 1989 y estamos ya en 2021. En el 89 teníamos una población de 99.000 habitantes y hoy tenemos una población de 152.000 habitantes, con lo que la población ha crecido un 50%. Aunque la UCI se creó un poco después de la inauguración del edificio, no se ha seguido el ritmo de crecimiento de la población. En España la media de UVIs es de 9,7 UVIs por cada 100.000 habitantes. Según este criterio, en Lanzarote nos tocaría unas 16 ó 18 camas UVI, contando también con la población flotante. En la OCDE hay ratios aún mejor. Eso en España. Ellos estiman que debe haber unas 15 camas por cada 100.000 habitantes, cifra con la que en la Isla nos tocaría incluso más camas. Efectivamente, la UVI hay que ampliarla y tenemos ahora mismo dos planes para poder ampliarla. El problema es que las ampliaciones de las UVIs son complicadas, y máxime cuando está llena. Si fueran otras las circunstancias, podríamos habilitar otros espacios para ir haciendo las obras, pero esto no es posible con tantos pacientes aún ingresados. Así que tenemos que esperar que afloje un poco la ocupación para abordar la ampliación de la UVI. Tenemos dos planes, ambos nos los ha pasado la Jefatura de Medicina Intensiva, el doctor Antonio Marcos, y sí, es una de las cosas que tenemos que hacer desde que se pueda, ampliar las camas de la UVI.

-Hay gente a la que también le ha parecido extraño que justo el lunes pasado, cuando nos pasaron del nivel 4 al 3, no se registrara ni un solo contagio en la Isla. Hay quien comenta que no parece muy real pasar de cero nuevos casos un día a 15 contagios al día siguiente.

-Sí, sí, eso puede ocurrir, son cosas de las estadísticas y su carácter aleatorio. Puede ocurrir que el día que se dieron cero contagios, en realidad hubiera varios pero que estas pruebas no se comprobaran el mismo día sino al día siguiente, que se validaran el día siguiente y contaran como nuevos contagios, pero para el día siguiente. Son incidencias acumuladas y no tienen mucha importancia porque a veces un día compensa otro y a veces si miramos los datos de un solo día nos podemos llevar a engaño. Por eso la incidencia se calcula a 7 y a 14 días.

- Este jueves habrá revisión de los niveles y podrían pasarnos al nivel 2 o es muy precipitado?

- Las circunstancias que antes comenté probablemente ya no pesen tanto este jueves pues ya hace tiempo que fueron los carnavales. De todas formas, el índice de mortalidad es alto todavía y lamentablemente alguna persona más fallecerá de aquí a que acabe esta tercera ola. Pero quizás ciertos indicadores no tengan tanto peso. Ahora mismo no tenemos un riesgo elevado, pero seguimos mal en los datos de ingresos de la UVI. Ahora tenemos un 180% de ocupación, pero también es cierto que esa estadística no va creciendo, como pasaba hace varios días, cuando veíamos que en 5 ó 6 días podíamos colapsarnos. Por eso pedimos ayuda externa en ese momento. Estos pacientes necesitan varias semanas de estancia en la UVI -entre un mes y mes y medio- pero luego se darán altas y, dado que el número de nuevos ingresos en la UVI está estable, es posible que eso sí ayude y que invite a los expertos a bajar el nivel. Pero no me atrevo a aventurarme. Hasta este jueves no lo sabremos.

- Doctor, bajo su Gerencia se han resuelto problemas importantes como el del aparcamiento del Hospital. El Ayuntamiento de Arrecife ya ha anunciado que habrá cien plazas más, pero ayer nos informó Sanidad de que el Molina Orosa cuenta también a partir de ahora con un sistema de monitorización avanzada para dar asistencia domiciliaria a pacientes crónicos.

- El COVID nos quita el 80% del tiempo y es una lástima porque mis compañeros y yo teníamos mucha ilusión, y seguimos teniéndola, de cara a distintos proyectos nuevos. Algunos no los hemos podido ni siquiera comenzar porque el COVID nos ha robado el tiempo. Hemos podido por ejemplo retomar el búnker de radioterapia y en la Unidad de Hemodinámica, tras varias reuniones, parece que esta obra es inminente. Lo de la monitorización avanzada es para pacientes que están en casa y es una forma para que las enfermeras y los médicos puedan comprobar desde el móvil de la oficina de hospitalización domiciliaria ciertas constantes como la presión arterial o la presión cardíaca. Pero esto solo se aplica a ciertos pacientes muy concretos. Tenemos también un nuevo ecógrafo de mama, que se adquirió recientemente, un aparato de rayos portátil que evita desplazamientos. Hay proyectos ambiciosos y también la ampliación de camas y de plantas. Queremos añadir al Hospital Molina Orosa dos plantas más por arriba, con lo que se doblaría la capacidad del edificio. Nos han animado desde la Consejería a que seamos ambiciosos, así que hace un año enviamos un plan de infraestructuras con todas estas demandas, en las que me consta que se está trabajando con dinero de Europa. Nos gustaría que el servicio de oncología, que se ha quedado pequeño, estuviera en la nueva planta superior. En Lanzarote hay dos patologías que causan la mortalidad más alta, y que son las patologías cardiovasculares y el cáncer. Por eso queremos colocar estos departamentos finos y preparados. Es un objetivo prioritario para esta legislatura, junto a la radioterapia.

“Queremos añadir al Hospital Molina Orosa dos plantas más, con lo que se doblará la...