El que fuera presidente del gobierno canario y uno de los artífices del actual Código Penal, Lorenzo Olarte, aseguró en el programa A Buena Hora de Crónicas Radio de este martes que las detenciones que se habían producido en Lanzarote en el marco de la Operación Unión le habían parecido absolutamente desproporcionadas y que incluso le han hecho pensar en detenciones ilegales. Aseveró que el actual Código Penal ha hecho que estemos viviendo en un Estado policial y recordó que la revelación de secretos sumariales es un delito.
“El político que ha hecho algo tiene que ir al trullo y hay que sancionar con gran rigor todo lo que sea corrupción, pero que sin necesidad, a una persona que se sabe que no se va a escapar y teniendo en cuenta la presunción de inocencia, se la coja, se la espose, se la lleve a los calabozos, después vaya a prisión y al de unas horas, la ponga el juez en libertad es una auténtica desproporción”
“Yo llamé el otro día a Batllori, nada más enterarme de la detención, y además dije que si alguien estaba grabando la llamada, que me alegraba mucho y le mandaba un saludo muy afectuoso, para decirle que sentía mucho lo ocurrido, que esperaba que el tema no fuera a más y que en cualquier caso, la detención que se había producido me parecía absolutamente desproporcionada”
“Cuando hay esos pactos, algunos acuerdos se hacen para colocar a algunos aquí a otros allá y sin embargo al único al que se ha condenado hasta la fecha por haber prometido algo o haber dado algo a alguien para hacer un pacto político fue a Dimas”
- Este lunes salía el barómetro del CIS sobre la valoración que los ciudadanos hacen de los políticos y nunca había sido tan baja. ¿A qué atribuye esto?
- Me parece lógico y lo que está ocurriendo en Lanzarote es una de las razones. Lo que está ocurriendo en Málaga o en Valencia es lo mismo. Parece que en toda España se están dando supuestos de corrupción que han aflorado en los últimos tiempos y que contrastan extraordinariamente con aquella época, en la que tras haber perdido el poder el año 82 Adolfo Suárez, entraron los socialistas y Alfonso Guerra dijo aquello tan famoso de que iban a levantar las alfombras de La Moncloa a ver qué se escondía y sin embargo no apareció ninguna irregularidad. Fue una época pura y clara. Entonces vino el Caso Filesa de los socialistas, que conmovió a toda España porque había una financiación del Partido Socialista absolutamente irregular; vino el Caso Roldán, que nada menos que quien era director general de la Guardia Civil cometió una cantidad de delitos de corrupción que nos tuvo a todos en vilo. Después de la transición impecable, en los Pactos de La Moncloa, yo pude ver a Fraga, a Felipe González, a Carrillo, Suárez o los nacionalistas que discrepaban pero en la calle nadie criticaba a nadie y nadie ofendía a nadie y hoy nos encontramos con un conjunto de ofensas recíprocas que pone de manifiesto que esta gente habría sido incapaz de hacer aquella transición. Con todo esto y con esta forma de insultarse, se ha conseguido que la clase política esté bajo mínimos.
- Como profesional del Derecho, ¿cómo valora las detenciones que se han hecho en Lanzarote a gente como Francisco Rodríguez Batllori, a quien conoció perfectamente en su etapa como político?
- Yo hacía por lo menos quince años que no hablaba con Batllori porque estábamos disgustados. Después de que Coalición Canaria se portara tan mal conmigo, él permaneció en Coalición Canaria y yo no, nos alejamos y no volvimos a tener la menor relación. Sin embargo, yo le llamé el otro día, nada más enterarme de la detención, y además dije que si alguien estaba grabando la llamada, que me alegraba mucho y le mandaba un saludo muy afectuoso. Le llamé para decirle que sentía mucho lo ocurrido, que esperaba que el tema no fuera a más y que en cualquier caso, la detención que se había producido me parecía absolutamente desproporcionada. Creo que Paco Batllori no es un capo para que haya que mandarle un helicóptero para trasladarle de un sitio a otro, que además, es un gasto innecesario en un momento en el que se está hablando de la contención del gasto. Fue un exceso en las formas de la detención. Si a Paco le hubieran citado a declarar en el Juzgado, lo habría hecho voluntariamente sin necesidad de que se le conduzca con ese despliegue y sin necesidad de que se ponga en conocimiento de los medios de comunicación para que al día siguiente, su figura salga en todos los medios custodiado por la policía bajando de un helicóptero. Ni que hubiera asesinado a alguien, me parece absolutamente excesivo. Creo que el Código Penal actual necesita una serie de reformas porque estamos viviendo un régimen absolutamente policiaco y no sólo por lo que se refiere al trato con los políticos. El político que ha hecho algo tiene que ir al trullo y hay que sancionar con gran rigor todo lo que sea corrupción, pero que sin necesidad, a una persona que se sabe que no se va a escapar y teniendo en cuenta la presunción de inocencia, se la coja, se la espose, se la lleve a los calabozos, después vaya a prisión y al de unas horas, la ponga el juez en libertad es una auténtica desproporción. Esto me hace pensar que en ocasiones pueda haber detenciones ilegales y repito lo de detenciones ilegales que están penadas en el Código Penal, las cometa quien las cometa y hay funcionarios que las cometen diariamente. Antes la policía investigaba prudentemente, calladamente.
- Otra cuestión importante ha sido el de las filtraciones, de la cual incluso se ha quejado el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. ¿Qué opinión tiene al respecto?
- En cierta ocasión, yo dije que existía la posibilidad de un delito nada menos que en la Fiscalía General del Estado y lo dije claramente y lo digo porque tengo la tranquilidad de que si vienen a por mí, no tengo nada que ocultar y eso me da una gran independencia y libertad. Cuando se interpuso la querella por el ministerio Fiscal en el Caso de Las Teresitas, en la querella se quebró el secreto de las actuaciones y sin embargo, en el momento en que se presentaba la querella por la fiscal en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, los medios de comunicación de todo el archipiélago daban la noticia íntegra del contenido íntegro de la querella, una querella que el propio ministerio fiscal solicitaba del Poder Judicial el secreto del sumario y desde la Fiscalía General del Estado, nada menos, según los informes de los periódicos, se habían enviado una serie de correos electrónicos a los distintos medios para que ellos publicaran en todo su contenido la querella en cuestión. Yo soy uno de los autores del Código Penal y humildemente digo que estoy en posesión de dos grandes cruces que son las máximas consideraciones que se pueden dar en España, una al mérito civil y otra la distinción máxima que puede tener un jurista. Soy autor en un porcentaje importantísimo del Código Penal actual y recuerdo que exactamente igual que introdujimos la figura de la prevaricación judicial, que antes no existía porque la que existía sólo era la administrativa, y debido a esta figura de la prevaricación judicial ha sido encartado Garzón, se mantuvo el delito de la revelación de secreto, que ya existía en el Código anterior, por el cual, aquella autoridad o funcionario público que teniendo conocimiento de un hecho que no debiera ser revelado, lo revelare, incurrirá en delito. Aquí nos encontramos con que se está revelando que un juez llamará a declarar a fulanito y se supone que eso sólo tiene que estar en la mente de un juez. Si sale de la mente del juez, se ha podido decir en el Juzgado, pero si sale de Juzgado o la Policía revela algún secreto, se está incurriendo en un delito de revelación de secretos. A mí me parece que en la actualidad hay una laxitud y una permisividad demasiado grande para una serie de hechos que no están siendo controlados con rigor. Yo no me meto con los medios de comunicación, que cumplen con su obligación cuando van donde les dicen que van a detener a una persona, que luego puede resultar absolutamente inocente pero que va a cargar durante toda su vida con una imagen determinada, porque ahora más que nunca se puede decir que una imagen vale más que mil palabras. Estas son irregularidades que requieren una urgente modificación de un Código Penal que nos está llevando a un sistema absolutamente policial. La presunción de inocencia y el derecho que tenemos todos a vivir tranquilamente en una democracia no se están produciendo.
- Al margen de las consideraciones jurídicas, ¿cómo está viendo todo lo que está pasando en Lanzarote?
- Lanzarote es una isla en la que no puede haber un partido que no esté pringado, hablando vulgarmente y aquí ya no se trata de decir que son sólo los del PIL o son sólo los socialistas, aquí todos los partidos políticos más importantes están no solamente bajo sospecha sino encartados. A esto se añade que Lanzarote es la isla más conflictiva y en la que se ha llegado a los acuerdos más contra natura yendo contra la filosofía y los principios de los partidos en muchas ocasiones, siempre para conseguir el poder y eso no se ve bien desde ningún sitio. Lanzarote, por desgracia, ha sido un ejemplo de la facilidad que tienen los políticos para ponerse de acuerdo y gobernar aunque piensen de distinta manera. Cuando hay esos pactos, algunos acuerdos se hacen para colocar a algunos aquí a otros allá y sin embargo al único al que se ha condenado hasta la fecha por haber prometido algo o haber dado algo a alguien para hacer un pacto político fue a Dimas. Que me digan a mí que cada vez que hay un pacto político, no hay compromisos. Yo no veo por qué, en los casos de los políticos, sin saber si es culpable, se imponen unas formas que suponen un castigo adicional, como es el hecho de ser esposados. Con esas cosas, se trate de un político o no, hay que tener un cuidado exquisito.