-No sé si dirigirme a usted como Enrique Pérez Parrilla o como Excelentísimo señor alcalde de Arrecife...
-No, no, no, señor alcalde, señor alcalde.
-Nada más, a secas.
-Nada más, a secas. Si, parece que ya está todo cerrado.
-Hombre, si después de firmarse y presentarse en sociedad, no sale alcalde, pues me dirá. Bueno, hay un proyecto suyo que lo gestó en el Cabildo pero que no lo llevó a cabo por una serie de razones; un proyecto que ahora cobra relevancia como es el proyecto Maretas.
-Si, si, yo creo que está previsto que así sea. Es cierto que es un proyecto que cuesta un dinero y que habrá que sacar no de un día para otro. Espero que en esta legislatura por lo menos se inicie y se avance bastante en ese proyecto. Es un proyecto fundamental para Arrecife y para la Isla y así va a ser, si es posible.
-¿Cómo se siente después de conseguir la alcaldía de Arrecife, a pesar de que aún no haya sido proclamado oficialmente?
-Me siento con la responsabilidad de sacar Arrecife adelante. Yo creo que se ha formado un pacto entre dos fuerzas que prácticamente han acaparado la mayor parte de los votos de esta ciudad, un pacto casi casi marcado por la población, no firmar ese pacto era traicionar de alguna forma lo que la población decidió y, bueno, en pie de igualdad con el PIL, porque prácticamente tenemos los mismos votos, bueno pues vamos a tratar de comprometernos en sacar Arrecife de una situación que no es la mejor. No sólo no es la mejor, sino que es bastante mala y, bueno, en eso yo creo que ambos partidos hemos cedido en lo que nos gustaría hacer, cada uno gobernar por su cuenta. Pero, vamos, el compromiso de sacar Arrecife adelante es claro no sólo en Arrecife sino en otros lados también. Pero yo he recibido el mandato de Arrecife y creo que entre todos vamos a hacer posible pegarle un cambiazo a esta ciudad.
-El primer paso por lo que han dicho todos los líderes, tanto Antonio Hernández como Manuel Fajardo, es la retirada inmediata del Plan General de Arrecife.
-Si, de la aprobación inicial del Plan que tantos quebraderos de cabeza ha traído a la ciudad, que no debió aprobarse y que se hizo ‘in extremis' hace un par de meses. Hay que reponer la situación como estaba antes y ver...
-¿Pero desde el punto de vista legal es viable su retirada?
-Si, si, lo que hay que estudiar ahora es qué se debe hacer, si simplemente, parece que eso sí es factible, lo de retirar la aprobación inicial; o bien nos remontarnos más atrás. Eso ya se verá en su momento cuando nos informemos jurídicamente de qué es lo más correcto y lo que menos problemas puede causar al propio Ayuntamiento. Pero desde luego el compromiso está ahí. Hombre, no va a ser el sábado, evidentemente, que es solamente la toma de posesión; luego habrá un pleno de constitución, que se celebrará la semana siguiente, y en ese pleno de constitución o acto seguido o un día después o algo así pues ya tomaremos la medida correspondiente, porque además el tiempo corre en contra de Arrecife. Es decir, cuando antes se haga, mejor, no sólo porque hay una población que está pendiente, una serie de vecinos que están pendiente de ello, sino porque además como hay suspensión cautelar, estamos agotando plazos que los necesitará el futuro plan para que salga bien.
-Un primer paso que es complejo, porque si no sería poco más o menos que hacer un nuevo Plan de Ordenación.
-En el plan hay un trabajo técnico hecho que seguramente será aprovechable pero, en fin, habrá que ver efectivamente hasta dónde se puede llegar hacia atrás, porque si no iniciar todo el procedimiento desde el principio, que a lo mejor hay que hacerlo, costará más y no es bueno que Arrecife no tenga plan.
-El primer reto es el Plan General, pero el segundo será conocer cómo está el Ayuntamiento, claro.
-Ir conociendo. Yo no sé cómo está... Y no sólo conocer, que aparte digamos de las grandes cosas, hay que poner en marcha otras actuaciones. Pero yo creo que hay también una cuestión psicológica, en el sentido de que Arrecife necesita una limpieza inmediata, y cosas que son probablemente más caras y ahora hay que hacerlas pendientes de los presupuestos, buscando dinero. Hay otras actuaciones como el ejemplo que tú ponías antes, por las que la ciudadanía vea que se está gobernando, que se está tratando de gobernar y hay dedicación al Ayuntamiento. En ese sentido, pues yo creo que hasta lo que pasó en la madrugada del sábado para el domingo con las alfombras es un ejemplo de cosas que indignan a la población y que, vamos, se trata de poner simplemente un poquito de cuidado con lo que se hace, de la limpieza de Arrecife o la presencia de la Policía municipal en la calle. Esto tiene que hacerse lo antes posible.
-Evidentemente se trata de un acto vandálico, pero lo más indignante es la impunidad con la que se hace.
-La situación de vandalismo que se produce en esta ciudad y la situación de impunidad hace que los ciudadanos se encuentren muy incómodos y, al margen de creencias, hay que pensar que mucha gente estuvo la noche del sábado haciendo sus alfombras y dedicando tiempo para que al día siguiente se encuentren con que algún gamberro que debió ser más de uno estuvo estropeando el trabajo de toda una noche y de muchísimas personas. Yo creo que es intolerable y ese tipo de cosas tienen que empezar a hacerse notar. Mire usted, la democracia es la democracia pero ésta no consiste en que uno haga lo que le da la gana. Yo que estuve este domingo viendo las alfombras una vez terminadas, la gente me paraba indignados por los actos de vandalismo que se habían producido.
-Pues chiquito estreno, después del pacto.
-Si, si, pero claro la gente sabía que yo no era el grupo de gobierno. Pero sí me decían hay que tener mano dura y efectivamente hay que estar vigilantes. No se trata de aplicar mano dura por mano dura pero sí de que la gente sepa que precisamente en una democracia es donde más debemos respetarnos y efectivamente debemos respetar lo que la gente quiera, lo que la gente desea y hay que respetar que la gente por la noche pueda dormir, que pueda uno estar tranquilo en su casa a sabiendas de que a su coche no le van a arrancar la antena ni a las alfombras que hizo la noche anterior las van a estar pisoteando porque les gusta.