Miren que hay gente avariciosa y codiciosa en este mundo. Nosotros conocemos muchos ejemplos, pero nos llama poderosamente la atención uno, el de un chico que no se recata lo más mínimo a la hora de pedir, y que por pedir había pedido hasta dos cabezas, una tal vez para ser ejecutada y la otra para estar en la primera plana de la actualidad, porque bobo, lo que se dice bobo, no es. Lo malo es que los otros le han cogido “la calita” y lo han mandado más allá del lugar en el que se fríen los espárragos. Lo último que sabemos es que una señora muy enseñoreada le ha dicho que ni delante ni detrás de ella va a ir a ninguna parte, más que nada porque no le gusta nada la sombra que proyecta. No se fía, vamos. Lo malo de este bicéfalo es que está “encadenado” a sus propias debilidades y a sus elevadas pretensiones, y ya no hay quien lo saque de ahí. No sabemos a qué camino terminará “amarrado”.
Y QUERÍA EL CHICO DOS CABEZAS
13 de noviembre de 2006, 13:37