martes. 06.05.2025

Cuando uno contempla, gozoso, cómo administran los dineros entidades como el Marítima se pregunta y hasta se reprocha si no debemos insistir, machaconamente, en la investigación del destino finalista de tantos y tan grandes caudales públicos que dicen que sirven para formar y no sé cuantas gaitas más. Una sociedad mal articulada, como la nuestra, debe encontrar el norte. Se habla de cultura y gastos culturales. ¿Se tiene en cuenta el quehacer, por ejemplo, del Torrelavega?. Presumimos que no y bien que lo lamentamos. Da la impresión de que aquí esos dineros públicos, los que conocemos y los que no, se van por o para “barranquilla” y no para la de Colombia sino que para la “barranquilla” que conduce a determinados hambrientas bolsillos. Es necesario que carajos de la vela como la “lagartija”, el lagarto y otros reptiles de esta y otro índole, sean apartados de la esfera de influencia de la que ahora alardean con la complicidad manifiesta de otro que canta, ya sin repudio, aquello de que sigue siendo el rey de la influencia. ¡Basta de chanchulleros de mala leche!. Donde mejor puedes estar son en cubos de basura y bien sólidos para que no se escapen.

Y los “carajos” de la vela...
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