viernes. 29.03.2024

Y AHORA LE TOCA A COALICIÓN

Muchos cargos y no pocos militantes se quejan de que Barragán vaya a repetir como secretario general. Tienen razón sin embargo los que no entienden que haya tanto protestante incapaz de dar el paso y de presentar una alternativa. Lo mismo que ocurre en Lanzarote; son muchos los que no quieren a Migdalia como futura secretaria general pero pocos o ninguno los que hacen algo para evitar que lo consiga

Una vez terminado el congreso del Partido Popular (PP) de Canarias le toca mover ficha a los demás. Concretamente a Coalición Canaria (CC). El Partido Socialista (PSOE), la otra gran formación en discordia, tiene todavía que pasar por el vía crucis que puede ser para muchos las primarias contra Pedro Sánchez. De hecho, alguno como Jerónimo Saavedra, que algo sabe el hombre de política, ya ha dejado claro en la emisora de este grupo que si de él dependiera en estos momentos no se celebrarían esas primarias; el riesgo de que llegue al poder un hombre que perdió dos elecciones y que podría volver a entregar el partido a los de Podemos les pone de los nervios. Cuando acaben con eso, los socialistas se centrarán en su lío canario, que también va a ser lío, y de los gordos.

Pero el interés está centrado ahora en Coalición. Una vez que se desveló casi con desgana que José Miguel Barragán va a liderar de nuevo la parte orgánica del partido con más poder en el Archipiélago, toca averiguar qué va a suceder de aquí al próximo congreso. Ya habíamos adelantado en este confidencial el cabreo que existía en Fuerteventura. El que avisa no es traidor. La formación está allí totalmente dividida en tres o cuatro facciones. La rueda de prensa de la semana pasada adelantando que la mitad más uno de los majoreros no va a acudir al congreso nacional (exageraron porque oficialmente no llegaban ni de lejos a esa mitad) ha sido más que suficiente para hacer que salten todas las alarmas. Bastante lío tiene la organización en Gran Canaria como para que ahora una revuelta en Fuerteventura les haga perder fuerza sólo a dos años de las siguientes elecciones importantes para ellos. Muchos en la organización, aquellos que no han estado en el interior de las conversaciones de la cúpula, se hacen la misma pregunta: ¿es un majorero como Barragán la persona ideal para llevar un partido cuando resulta que el principal follón lo tiene montado en su propia isla? Buena pregunta. Muchos creen que no. Y los que lo defienden ven al hombre que antaño lucía bigote (desde que se lo fue quitando Aznar el resto de los abigotados fueron quitándoselo con mayor o menor acierto) como un mal menor en un momento de auténtico vacío de liderazgo, en un momento en el que la gente de Tenerife quiere hacer ver que no mandan realmente lo que todo el mundo sabe que mandan, sin ser capaces de encontrar a ese alguien que representara el supuesto cambio de caras, formas y maneras que quiere la organización para dejar de perder votos en el Archipiélago. Hasta el propio Barragán ha confesado este martes en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote que gente como él debería estar en un segundo plano, pero que ahora no ha sido posible.

Y no le falta razón. Los que tanto se quejan, que no son pocos, no han sido capaces de articular una alternativa a los que están y volverán a estar. No ha habido valor suficiente entre los críticos para conformar su propia plancha. En el mismo programa de radio Mario Cabrera ha expuesto con una lógica tremenda que lo insólito del asunto es que un grupo de militantes disconformes anuncie que no va a acudir al congreso nacional, cuando lo que tienen que hacer los disconformes es lo contrario, acudir, pelear y si hace falta montar un cirio. Pero no, en estos tiempos algunos prefieren evitar las revueltas callejeras y lamentarse por las esquinas. Un error. Como dijo también Cabrera, no habría sido la primera vez que Coalición va con un candidato y sale con otro distinto.

El caso de Lanzarote

El caso de Lanzarote es un poco más especial. Atrás quedaron los grandes líos del pasado, esos que dividieron al partido primero tras la marcha del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL) de Juan Carlos Becerra, Pedro de Armas y compañía y esos que llevaron al grupo de los camisas blancas que lideraba Pepe Torres a tener que firmar la Rendición de Breda y prácticamente desaparecer del mapa. A pesar de todo, en Lanzarote también hay lío. De perfil bajo, pero lío.

Como ya dijimos, las declaraciones de Antonio Morales en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote precipitaron todos los acontecimientos. Que el secretario de Organización hablara de que le habían presentado un proyecto de partido enormemente ilusionante que si finalmente se transformaba en candidatura él lo apoyaría, obligó a la gente que lidera David de la Hoz (otros dicen siempre que Pedro San Ginés) a mover ficha. De ahí que saliera notablemente a destiempo el nombre de Migdalia Machín. Estos días atrás Morales ha insistido en que el proyecto existe, ha desvelado que se lo presentó gente de la militancia que no ostenta ni poder orgánico ni público, y ha vuelto a repetir que si finalmente presentan plancha contra Migdalia Machín o contra quien sea él les apoyará. Ahora bien, la cosa no está nada clara. De hecho, la hija de Jesús Machín, sambenito del que no se va a poder desprender fácilmente, está intentando poner cimientos a la casa que otros la obligaron a construir por el tejado. Así, además de reunirse con Morales (es una persona a la que respeta y con la que comparte muchos valores del verdadero nacionalismo), ha estado visitando los distintos comités locales.

Nos cuentan que el encuentro más duro hasta la fecha lo ha tenido en Teguise. Es lógico. El Comité Local más fuerte y unido en estos momentos en Lanzarote no admite que otros quieran que juegue un papel terciario en algo tan importante como es un congreso insular, la antesala para controlar el partido durante al menos tres o cuatro años y tener más o menos control también sobre quiénes encabezarán las listas en las elecciones locales y autonómicas de 2019.

Es lógico pensar que la gente de Teguise se preocupe a partes iguales no sólo por el futuro de la organización como por el de su gente, empezando por el puntal del equipo. Si hiciéramos una encuesta entre los afiliados y simpatizantes de La Villa, el 99 por ciento diría que Oswaldo Betancort debería encabezar al menos la lista al Cabildo insular para conseguir que CC mejore sus resultados. ¿Es ése su verdadero objetivo? Es uno de ellos, desde luego. ¿Controlar la parte orgánica te garantiza el control de las listas? Pues no tendría por qué. En tiempos en los que había dificultades para encontrar cabezas de cartel se hacían encuestas, y con los resultados se tomaban decisiones. Pero no estamos en ese momento. En estos instantes sí hay muchas personas que quieren ejercer el control sobre la principal fuerza de Lanzarote. Y parece que también hay gente de sobra para los carteles.

Ahora, como la cosa siga así, todo va camino de convertirse en aquello que adelantó en esta casa el actual presidente del Cabildo. Pedro San Ginés fue claro al aventurar que en el próximo congreso insular sólo iba a haber una candidatura y que se produciría un consenso previo entre las distintas sensibilidades. Sobre todo porque no parece ni que la gente de la militancia con proyecto que defiende Morales ni la gente de Teguise estén por la labor de presentar un candidato alternativo a Machín.

Los que están detrás de la parlamentaria sabían aquello de que el que golpea primero golpea dos veces. ¿Quiere decir que está todo el pescado vendido? Pues parece que tampoco.

Volviendo a lo de la reunión con el Comité Local de Teguise, nos dicen que algunas de las preguntas fueron bastante incómodas. Incluso alguien le llegó a decir a Machín que si era consciente de que tenía gente detrás que la querían manipular. También nos dicen que la candidata escapó bastante bien, que contestó a todo y que aseguró que se equivocan los que creen que la pueden manejar y se equivocan más aquellos que piensan que va a ser una manejada.

Y es que en Teguise hay una “galla” de un perfil muy adecuado para haber dado el paso, la actual vicesecretaria de Organización, Olivia Duque. La actual concejal de Cultura es la que más claro habla en los medios, la misma que esta semana ha soltado que no entendía cómo se presentaba la plancha de Barragán sin ningún tipo de consenso previo. Algo parecido curiosamente a lo que decía el alcalde de Haría, Marci Acuña, quien también se ha quejado de la falta de debate que hay en la organización sobre el modelo de partido que quieren para el futuro y que quieren sobre todo para recuperar los votos que han ido perdiendo por el camino.

Duque lo ha repetido mil veces: si cuenta con el apoyo y el empuje suficiente, se presenta. Si no, pues no se presenta. Ahí está la cuestión. ¿Tendrán valor los que no están de acuerdo con la candidatura de Migdalia Machín de presentar una alternativa? Pues de momento todo va camino de terminar como parece que va a terminar el congreso nacional del próximo fin de semana.

Y AHORA LE TOCA A COALICIÓN
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