Saben nuestros informados lectores que en Tenerife se ha armado y se sigue armando la de Dios a cuenta del dichoso tranvía que se quiere colocar, y que según los que se oponen va a costar un pastón y no va a servir para nada. Nosotros conocemos a un grupo muy popular por Lanzarote que va a perder otro tranvía, un tranvía llamado deseo político que no se va a consumar. Nos referimos al Sargento Alatristísima, a El Otro y a El Puntal. Parece que los tres acudieron prestos en su día para comprar el billete que les iba a permitir subirse al tranvía de la política de Lanzarote, pero allí se encontraron con un revisor al que no esperaban ni de broma ver. El revisor les dijo claramente que a ellos no les iba a dar billete, y finalmente, sobre todo porque se han ganado a pulso que les excluyan del viaje emprendido, les mandó para su casa, impidiendo que puedan participar del primer recorrido del tranvía sabatino. Y es que lo importante no es querer llegar a los sitios, lo importante es llegar; lo importante no es querer oler determinadas cosas, lo importante es olerlas. Estos tres no van a poder oler nada. El tren de este sábado traerá noticias importantes. Algunas se pueden leer entre líneas de las informaciones que publica en su edición de hoy este diario. Busquen y encontrarán la respuesta.
