miércoles. 30.04.2025

Ya saben los más despiertos lectores de esta casa, esos que no se pierden una, esos que siguen al dedillo la agitada actualidad política de las Islas, que el presidente del Partido Popular (PP) en Canarias, el ínclito José Manuel Soria, estaba este martes más molesto y cabreado que un grupo de indios acorralados por el Séptimo de Caballería. Su ira estaba más que justificada, después de que otro cargo de su partido, en esta ocasión el alcalde de Mogán, fuera detenido en otra operación contra la corrupción política y administrativa. Estaba tan iracundo, que no se le ocurrió otra cosa que retar al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y a todo el Partido Socialista (PSOE) a que le metan en la cárcel si le quieren ganar en las elecciones. Pues que no siga tirando tanto de la cuerda, no vaya a ser que la termine rompiendo, sobre todo porque hay miembros del PSOE dispuestos a que se considere delito la insinuación de conexión entre el poder ejecutivo y el judicial. Por cierto, que hay mucha gente que se ha dirigido a esta redacción para pedir que se investigue un poco más en Lanzarote y se deje un poco de lado lo que pasa en Gran Canaria. Alguien nos ha sugerido que se analice en profundidad el tema del contrato de la potabilizadora de Janubio, que se llegue hasta las últimas consecuencias. ¿Habrá algo más escondido, habrá algo que todavía no ha salido a la luz?

SORIA IRACUNDO
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