Por quítame aquí unas tristes lapas -(quince kilos de nada)- se ha armado una escandalera de mucho cuidado y menos mal que no se llevó las lapas de Juan Brito y Antonio Corujo porque si no nos quedamos sin folklore. Ya ven ustedes, unos van por lapas y otros fueron por pardelas . Esperemos que algún que otro “sabio” le dé por tomarla con el “picudo rojo”.
Por cierto ¿Saben a quién llama el “picudo rojo”?... No lo decimos dado que se armaría la de Dios. Pero, lo que son las cosas. A unos crucifican por lapas y pardelas y otros se van de rositas luego de hacer mil filigranas con un torrente de facturas que pocos o nadie entiende y mira que el “picudo” enterró el pico en la cuestión y saltó para atrás como alma que lleva el diablo porque se dio cuenta que las facturas no eran tan frágiles como las palmeras... Le digo a usted guardia.
Lo de las gambas se lo contaremos en otra oportunidad porque el espacio hoy se nos acorta. Pero todo se andará porque el chico del “pico” lo enterró en mierda y está cagado.
