Un buen amigo del Garceta Cagón nos ha dado recuerdos para él. Nos dice este buen amigo, que damos fe de que es buena persona, que todavía le está esperando para que le dé determinadas explicaciones. Nosotros le hemos dicho que espere sentado, pero éste, que es un poco ingenuo, insiste en que quiere escuchar de la boca del Garceta lo que no se atrevió a decirle a la cara. Y es que ya dijimos que el Garceta, como muchos otros de su especie política, está acostumbrado a dar las puñaladas por la espalda. Además, difícilmente lo puede encontrar ahora. No sabemos si va a formar parte de la gran expedición que parte en breve a Cuba. Imaginamos que sí, porque es un fijo. Por cierto, y sin que tenga nada que ver con el Garceta Cagón -o sí, vayan a saber-, que hay gente poco progresista que está asustada de la cantidad de políticos que hay en Lanzarote dentro de determinado armario. Ya les contaremos esta historia con más detalle. Pero que nadie se asuste, que no estamos en la época de la Inquisición. Aquí ya no se quema a nadie en la hoguera por estar dentro o fuera de un armario. De ahí que no entendamos determinados disimulos.
RECUERDOS PARA EL GARCETA CAGÓN
25 de abril de 2008, 6:30