Tenemos que terminar el año contándoles una historia curiosa que se produjo el pasado jueves. Resulta que el dúo masculino de los Bond, que está pasando frío por un tubo, caminaban juntos por una conocida institución en la que el eco de las paredes asustaba al más pintado. Mucho más a aquellos que no tienen la conciencia tranquila. Es curioso, pero de un tiempo a esta parte es muy fácil encontrarse en cualquier parte con el dúo de los Bond, que andan más desocupados que de costumbre. Llama la atención que antes, cuando se hacían los ocupados, era prácticamente hablar con ellos; para que te recibieran o para que cogieran el teléfono poco más que había que cursar una instancia. No hay que olvidar, y de esto sabe mucho el dúo de los Bond, que la arrogancia y la prepotencia son muy malas consejeras. Ahora están sufriendo en sus propias carnes parte de la medicina que ellos han administrado. Por cierto, que parece ser que tanto el Picudo Rojo como el Brasileño andan medio tristes. El próximo año, que es ya mismo, les contaremos por qué.
