viernes. 19.04.2024

LAS PRIMARIAS DEL PSOE, LA COSA SE CALIENTA

Aunque el equipo de Dolores Corujo pidió antes de que se presentaran las precandidaturas diálogo para evitar que se produjera una confrontación, finalmente el diálogo no se ha producido y la recogida de avales se está convirtiendo en uno de los momentos más tensos que se recuerdan en el PSOE de Lanzarote. En el centro de casi todas las dianas está el siempre polémico Carlos Espino

No existe en España un proceso de elección interna más democrático que las primarias que celebra el Partido Socialista (PSOE). Sin embargo, por muy justo que sea el resultado que determinan en voto secreto los militantes, las campañas no están exentas de polémica, tensión y en casos como el de Lanzarote de algo de juego sucio.

Lo de la tensión que se respira en estos momentos en las entrañas del proceso en la Isla es evidente. Se palpa en la calle; se palpa en las sedes; se palpa en los medios; se palpa en las redes sociales. Se palpa. ¿Es algo censurable? Pues no debería serlo. Un partido vivo se nutre precisamente del constante enfrentamiento.

Lo malo, como está sucediendo, es cuando el enfrentamiento se emponzoña por parte de aquellos que son incapaces de ganar algo sin hacer trampas, algunos que ya desde niños estaban acostumbrados al trapicheo y a las trapisondas para conseguir las cosas. Los reyes de la cultura del poco esfuerzo. Y de esos, por desgracia, hay en los dos bandos, hay en todos los partidos.

Como sabe el despierto lector de este confidencial, las primarias en el PSOE local tienen desde antes incluso de que se iniciara el proceso actual una clara favorita: Dolores Corujo. La que ha sido en los últimos años secretaria general, que además es alcaldesa de San Bartolomé y parlamentaria autonómica, es consciente de que le salen los números. Y lo es básicamente porque los procesos anteriores (votos a la Federal y votos a la Regional) han sido claramente favorables a sus intereses, al menos en su terreno. Muchos, entre ellos sus todavía en no pocos lugares socios de Coalición Canaria (CC), han entendido que su orden de abandonar el pacto de gobierno del Cabildo respondía única y exclusivamente a su posicionamiento en el congreso insular que se va a celebrar en noviembre. ¿Y si Corujo ganaba de calle en la calle por qué necesitaba generar semejante lío institucional? Los que apoyan esta teoría creen que lo hizo o bien porque no tenía claro el apoyo unánime de sus bases mientras mantuviera un acuerdo con el odiado Pedro San Ginés o bien porque quería despertar a una parte de la militancia que anda algo dormida y aburrida y apenas participa en la actividad orgánica. Unas doscientas personas. Todo, además, porque Corujo va a dejar de ser alcaldesa de San Bartolomé y se va a centrar en objetivos más ambiciosos. Esa es una teoría. La otra es que simplemente se tomó esa decisión porque no aguantaban más al actual presidente y a la Coalición que ellos entienden que manda por dentro y por fuera. Y porque hay que preparar las elecciones del 19, en las que han depositado muchas esperanzas.

El caso es que el proceso de primarias ha arrancado con este evidente conflicto institucional abierto, con la tensión permanente que se vive en Arrecife y con la posibilidad más que cierta de que en cualquier momento se desate la madre de todas las batallas políticas. Poco o nada parece preocupar esto a Corujo. Lo que ella quiere sin duda es ganar, controlar de nuevo la parte orgánica y decidir así quiénes van a ocupar los primeros puestos de las listas en las locales y autonómicas. Por eso, y nadie lo podrá negar, es cierto lo que se adelantó en nuestra emisora, en Crónicas Radio-COPE Lanzarote, que pocas horas antes de que terminara el plazo para presentar precandidaturas la secretaria general dio instrucciones a una de sus personas de máxima confianza para que trasladara una oferta clara al sector que lleva ya algo más de un año en clara rebeldía: querían un acuerdo. Y el acuerdo pasaba por presentar una única candidatura liderada por Corujo en la que evidentemente se integrara el otro sector. Curiosamente, mientras la insurgencia estaba reunida para tratar de convencer a Marcos Hernández de que él y sólo él podía presentar batalla, algunos de los rebeldes rechazaron la oferta. ¿Y por qué lo hicieron? Básicamente porque quieren que haya pelea, y quieren sobre todo que Corujo no se salga con la suya. Porque la suya no es otra que ganar de calle este proceso de primarias. Aunque ella y los que la asesoran están seguros de que van a vencer, querían, y en cierto modo es lógico, que la alcaldesa de San Bartolomé fuera elegida a lo Astrid Pérez, es decir, prácticamente por la unanimidad del partido. Salir del congreso no sólo reforzada en su liderazgo sino con la apariencia de contar con un partido fuerte y unido a su alrededor, capaz de enfrentarse al principal reto que se han marcado y que en estos momentos avalan las encuestas, que no es otro que el de ser la primera fuerza política en Lanzarote y mandar a CC a freír chuchangas.

Tensión

A pesar del intento, el sector rebelde o crítico tiene sus propios planes. En ellos está sin duda intentar ganar. Lo están intentando, desde luego, haciendo el trabajo que se tiene que hacer para lograr lo que en principio parece una quimera. Con ganas, con ilusión, con esfuerzo, con esperanza, con tenacidad, con dosis de inteligencia... Pero en el camino está habiendo mucha tensión, demasiada tensión para los que querían otro tipo de primarias. Basta con seguir un poco por encima las redes sociales para saber lo que está sucediendo, y eso que ahora simplemente se está cumpliendo con el trámite de la recogida de avales, que en teoría van a superar los dos candidatos sin problema aparente. Mensajes como el del ex vicepresidente del Cabildo Joaquín Caraballo ponen de manifiesto lo que estamos narrando:

“La precandidata se ha puesto el traje de cobradora del frac, con ello quiere cobrar supuestos favores para exigir que la avalen y así poder evitar tener contrincante. Me suena a caciquismo rancio. No olvidemos que el voto es secreto.”

Se puede decir de otro modo y no utilizando las redes sociales, pero no de forma más contundente.

Y no es el único mensaje que se puede leer en este sentido. En el sector crítico creen que Dolores Corujo y los suyos están usando las peores mañas que emplean todos aquellos que controlan el poder: la amenaza. Lo que en otros tiempos se conoció como el clientelismo, obligar a la gente a votar lo oficial porque lo oficial es lo que da de comer. En el presente, y lo que es peor, en el futuro. Feo si realmente es como lo denuncian.

Sin embargo, el principal elemento que está explotando la gente que apoya a Marcos Hernández (no decimos que lo esté haciendo él directamente) es sin duda la evidente presencia en todo lo que se mueve alrededor de Corujo del personaje más odiado en la política local fuera y dentro de las filas del PSOE, Carlos Espino. Todo el mundo es consciente de que este militante, que casi nadie sabe en estos momentos cómo se gana la vida, sigue manejando los resortes del poder, como en su día dejó escrito el asesor que pagaba con dinero de los Centros Turísticos en un infame artículo publicado en el diario Canarias 7. Nosotros dudamos que sea una décima parte de lo poderoso que fue. Ahora, lo que está claro es que está en el sector de Corujo, y tiene notable predicamento. Como dijo Manuela Armas, el hombre gana en las distancias cortas, y lo que es más importante, se sabe vender.

Sobre él está girando casi toda la crítica del sector de Hernández. De hecho, se hacen hasta burlas, ofreciendo imágenes distorsionadas del que fuera secretario general como la que mostramos en este confidencial.

Sin embargo, con lo que se quedan realmente, en lo que más incide casi todo el mundo, es en la asombrosa aparición de una dirección de internet. Al realizar una búsqueda sencilla sobre el Partido Socialista en Lanzarote, curiosamente aparece el nombre de Carlos Espino. "Es la prueba evidente de quién sigue mandando en el PSOE", van soltando por las esquinas los no corujistas.

La cosa, insistimos, se va calentando por momentos, y parece claro que alguien debe poner freno a las hostilidades, a no ser que a alguien le interese que en lugar de salir del congreso con un PSOE fuerte y unido se salga con el mayor nivel de fractura interna de todos los que se han conocido hasta ahora.

Aunque los corujistas ven la victoria fácil, siempre se puede dar la sorpresa, de ahí que un proceso limpio, propositivo y con amplio debate sea lo ideal en estos momentos. ¿Lo van a lograr, o la cosa se va a poner todavía peor?

LAS PRIMARIAS DEL PSOE, LA COSA SE CALIENTA
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