viernes. 19.04.2024

POLO SÍ

El funcionario Leopoldo Díaz se ha reincorporado a su puesto al frente de la Oficina del Plan Insular y ninguno de los que le utilizaron para justificar el primero de los intentos de echar a Pedro San Ginés del Cabildo ha dicho ni pío. En el PSOE tienen claro que deben cambiar de asesores, pero no resulta fácil desprenderse de determinadas personas y de determinadas costumbres. La comida entre Pedro San Ginés y Oswaldo Betancort terminó mejor de lo que algunos presagiábamos. En el PIL habrá revolturas nuevamente, ya no hay quien pare el desastre que ellos mismos han generado

Decíamos ayer que la política de Lanzarote iba a entrar en una espiral de revoltura difícil de controlar. Los últimos acontecimientos lo avalan. Es lógico que Dolores Corujo y los suyos no se fíen de Coalición Canaria (CC) para propiciar el desembarco de Normandía de un nuevo alcalde en San Bartolomé que aspira además a ser líder en el futuro. Porque el recorrido de Alexis Tejera no termina aquí. Es un pequeño delfín al que los socialistas quieren mimar, con la idea de que en las próximas elecciones gane de calle en el municipio. Decimos que es lógico porque el Partido Socialista (PSOE) y CC han entrado en una espiral de pequeñas y grandes venganzas que no se sabe muy bien dónde puede acabar. Los del PSOE están convencidos de que lo que ha pasado en el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) lo han montado en CC para vengarse por lo que sucedió en el Cabildo con el intento de censurar a su presidente, Pedro San Ginés. Los de CC están convencidos de que los del PSOE fueron los que convencieron a Tomás Fajardo y a Eli Mesa para que se cargaran a José Marcial González porque fue uno de los principales defensores de que Manolo Cabrera volviera a la disciplina del pacto. Y así suma y sigue. ¿Hay motivos por tanto para la desconfianza? Los hay. Ahora, de ahí a decir que CC tiene una estrategia numérica para impedir la llegada al poder de Alexis Tejera en un pleno en el que podría verse compuesto y sin cargo, es mucho decir. Además, en el PSOE lo tienen fácil: Paula Corujo y Somos Lanzarote no saben cómo decirles ya que hay otras alternativas; pero ellos, como el que oye llover.

Y a todas estas, en algunos partidos políticos andan como locos por la dichosa Ley de Cabildos que ellos mismos modificaron y que les ha metido en un lío en varias islas. En el caso de Lanzarote, la propia Dolores Corujo o la presidenta del Partido Popular (PP), Astrid Pérez, por ejemplo, está claro que tenían intención de hacer doblete, y hacerlo Cabildo-Parlamento y no Ayuntamiento-Parlamento como lo habían hecho en las elecciones anteriores. ¿Era el único caso? En principio sí, porque que se sepa Pedro San Ginés no ha dicho ni mu a los suyos de una presunta intención de ir al Parlamento. La lista al Parlamento de los nacionalistas va a tener muchas novias. Demasiadas.

Mientras los grandes desengrasan sus maquinarias electorales, en el PIL siguen lamiéndose las heridas después del esperpéntico despropósito que ellos solitos han generado. Esos tiros en los pies de los que hablábamos en la edición anterior. ¿Qué novedad ha habido en estos días? Ninguna. ¿Qué novedades va a haber a corto plazo? Ninguna. Nos da la sensación, por la información que manejamos, que aunque Tomás Fajardo y Yésica Pérez han estado hablando de que necesitan una instrucción directa en el primer caso por escrito y en el segundo a través de una llamada telefónica, las decisiones ya están tomadas. No habrá cambios, y de momento los tres concejales de Arrecife y San Bartolomé seguirán en su sitio. Y ponemos lo de “de momento” porque es cierto que Eli Mesa tiene dudas, como también las tuvo en su momento Yésica Pérez. No le gustaría pasar a la historia política de la Isla como una tránsfuga más. ¿Es cierto como sospechan muchos que la concejal se ausentó apropósito en el último pleno justo en el momento en el que se iba a votar la reprobación de la alcaldesa, Eva de Anta? Tomás Fajardo dice que no, que sólo se fue porque estaba cansada; nosotros creemos que podrían tener razón aquellos que sospechan.

El caso Polo

El título del confidencial de hoy habla de un señor que se hizo famoso años atrás cuando Enrique Pérez Parrilla tuvo la buena idea de intentar controlar nuestro crecimiento alojativo y los que tenía alrededor tuvieron la nefasta idea de no hacer las cosas como se tendrían que haber hecho, provocando un cataclismo social, político y económico que llevamos un par de décadas pagando. Uno de los actores protagonistas fue el funcionario Leopoldo Díaz, en aquel 1998 jefe de la Oficina del Plan Insular del Cabildo de Lanzarote. El mismo Leopoldo Díaz que tras las elecciones de 2011 se dio a conocer para el gran público porque su amigo Manuel Fajardo Feo le reclamó para que le ayudara a sacar adelante el guirigay que había en el Ayuntamiento de Arrecife, convirtiéndolo nada menos que en secretario de la institución. Para resumir, diremos que la fama no querida le llegó a este funcionario cuando los satélites que rodean al Partido Socialista (PSOE) y que casi siempre le empujan hacia precipicios de los que luego no escapa determinaron que la decisión comunicada y sin fianza de Pedro San Ginés de destituirle como jefe de la Oficina del Plan Insular antes de iniciar su actual mandato era motivo suficiente para dar por roto un pacto en el que CC había advertido de que el asunto salía adelante sí o sí, por las razones que ya se explicaron en su día. Para resumir también, y no cansar al lector, diremos que los actores externos al PSOE, que son sin que nadie lo reconozca en público sus principales enemigos, debieron pensar que se pasaba mucho frío en la oposición y determinaron que era una buena idea entrar en el Gobierno insular a pesar de que el presidente se mantenía en sus trece de tener al funcionario fuera del puesto de trabajo que había desempeñado durante tantos y tantos años. Mientras, Leopoldo Díaz, que tuvo el honor de formar parte de unas llamativas camisetas que exhibieron los representantes de Podemos con el eslogan ya popular de “POLO SÍ, MAFIA NO”, estaba a lo suyo, que no era otra cosa que intentar recuperar su puesto de trabajo y su honor mancillado a través de los tribunales de justicia. Tuvo la suerte que otros no tienen; en tiempo récord un juzgado de lo Contencioso ordenó al Cabildo que devolviera al funcionario la plaza que no había sacado en concurso público pero en la que sí había estado mucho tiempo.

¿Qué ha pasado después? Pues lo que nadie cuenta. Los de las camisetas no se han vuelto a preocupar de su POLO. Al PSOE parece que le trae al fresco si el honor se restituyó o no. Nadie, ni siquiera los medios de comunicación que tanta lata dieron con el asunto han tenido a bien tratar de sonsacar información al susodicho. Pues bien, según nos cuentan, el hombre ha sido reincorporado a su puesto de trabajo por el presidente del Cabildo. Es decir, lleva un tiempo de silencio ejerciendo como jefe de la Oficina del Plan Insular. Lo curioso es que su jefe político no es otro que Echedey Eugenio, al que después de los últimos despropósitos políticos le ha tocado el marrón de intentar sacar adelante el nuevo/viejo Plan Insular. Nos dicen que la relación está siendo cordial, y aparentemente leal, dentro de la normalidad que jamás se debió perder entre un funcionario de carrera y un político al que eligen los ciudadanos para coordinar la función que realiza. Nos dicen que a CC le ha extrañado mucho que ninguno de los agentes de los que ellos consideran las Fuerzas del Mal de la Isla haya trabajado este asunto, o haya tratado de darle alguna vuelta más. A nosotros nos da que bastante tienen con tratar de arreglar los muchos desaguisados que han ido sembrando a lo largo y ancho de los últimos años. El penúltimo, el de los Centros Turísticos. Ya dijimos que lo del verano fue una huelga exagerada y politizada. Nos costó incluso la enemistad de algún trabajador que con el tiempo se ha dado cuenta de que teníamos razón. Porque, sinceramente, ni los más pesimistas pensaban que además del desastre que supuso aquel cierre de los Centros los trabajadores iban a perder en los tribunales de justicia. Ha sido la puntilla de un conflicto artificial aireado con intereses políticos que se tendría que haber resuelto de otro modo. Habrá noticias también pronto sobre este tema, y no precisamente agradables.

Las conclusiones de la comida entre Pedro y Oswaldo

En la edición anterior dejamos claro lo importante que iba a ser el almuerzo/combate entre Pedro San Ginés y Oswaldo Betancort. Finalmente fue almuerzo, porque de combate hubo poco. Parece que uno y otro están de acuerdo en que lo importante en estos momentos es no cometer los errores del pasado en Coalición, donde a pesar de lo que algunos creen, tienen buenas perspectivas electorales. Aunque como es lógico no sabemos al detalle lo que sucedió en el encuentro, y aunque imaginamos que ambos nos han dado una versión edulcorada del asunto, sí sabemos porque las versiones son coincidentes que Pedro San Ginés será el candidato a la Presidencia del Cabildo salvo que las encuestas o el partido digan lo contrario, cosa que a día de hoy no ocurre ni ocurrirá, y que Oswaldo Betancort será candidato a liderar la lista en Teguise, con la idea esta vez sí de cerrar un ciclo, culminar proyectos que finalmente no le ha dado tiempo a terminar y potenciar el que luego sí será su salto a la política insular. O nacional, porque el alcalde de Teguise, lo sabemos por testigos presenciales, un día le soltó a Fernando Clavijo que él también aspira a ser presidente de todos los canarios. ¿Por qué no, siempre tiene que ser el candidato a la Presidencia de Gran Canaria o Tenerife?, le soltó el alcalde. De momento parece que en CC ni se plantean que un candidato no salga de las dos islas más glotonas. ¿Alguno de los dos irá también al Parlamento? Pues si es uno de los dos, blanco y en botella no puede ser el del Cabildo por lo que contamos unas líneas antes. Alguno de los dos eso sí deberá tratar de tirar de esa lista. Tiempo al tiempo que también habrá sorpresas.

Por lo que respecta a la lista de Arrecife, y aunque Orlando Umpiérrez soltó en nuestra emisora de radio que ya tenían un candidato/a sobre el que no iban a dar datos para no quemarlo, lo que está claro es que nada está claro. Todos saben en Coalición, incluyéndole a él, que el mejor candidato que podrían tener en estos momentos sería el propio Pedro San Ginés. Sin embargo, él no lo va a ser, ni Oswaldo Betancort, evidentemente, con lo que la cosa se complica. ¿Habrá algún mirlo/a blanco/a, sacarán un buen cabeza de cartel de la chistera? Más les vale si pretenden mantener su idea de ganar en las votaciones al Cabildo y al Parlamento.

POLO SÍ
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