Desde nuestro anterior confidencial han ocurrido muchas cosas, la mayoría de ellas adelantadas en esta particular sección del periódico en base a la información que manejamos. Lo principal ha sido sin duda la presentación en sociedad por parte de Pedro Sánchez de un Gobierno que no ha pasado precisamente desapercibido. Más bien todo lo contrario. Ni los más optimistas en las filas del Partido Socialista (PSOE) esperaban en tan poco tiempo semejante reacción. Tampoco los menos optimistas esperaban que la primera crisis llegara nada más poner el balón en juego desde el centro del campo. Viendo a viejos zorros del socialismo español como Alfredo Pérez Rubalcaba deambulando por la presentación de este o aquel ministro, cualquiera con dos dedos de frente se dio cuenta de que la cosa no fue improvisada. Había un calculado escenario de posibilidades que algunos contemplaron, prepararon y adelantaron. Y de momento, como casi siempre, la jugada les ha salido bien, si exceptuamos el lapsus de Maxim Huerta y de no acordarse de dónde habían colocado ellos mismos el listón de la ética política.
Hablando de Pérez Rubalcaba, existe cierta preocupación entre no pocos políticos no alineados con el socialismo por la cantidad de investigaciones que se podrían poner en marcha y la cantidad de operaciones político/judiciales que podrían derivar en actuaciones que de algún modo dieran todavía más rédito al PSOE de cara a los próximos comicios. La preocupación no debería ser tal. El Partido Popular (PP) ha demostrado torpeza en no pocas cosas, y una de ellas ha sido sin duda su descontrol sobre la inteligencia del país y su descontrol sobre los mandos que deben marcar el paso de los asuntos internos. Por tanto, si se hubiera querido montar alguna operación efectista para tratar de influir en la a veces aletargada sociedad española, ya se habría montado, sin importar que en ese momento hubiera gobernado Mariano Rajoy, Pedro Sánchez o Julio Iglesias. Este miedo, según nos consta, se ha extendido a las Islas, donde ya se vivieron casos protagonizados por el mismo juez, César Romero Pamparacuatro, tanto en Lanzarote como en Tenerife que además de generar un fuerte impacto social tuvieron claras, evidentes y según muchos estudiadas consecuencias políticas. ¿Sirvió para mucho? Pues la verdad que no, salvo para pescar en un río revuelto a unos cuantos corruptos y para llevarse por delante la imagen, el prestigio y en algunos casos la vida de otros que no lo eran. Nos dicen que de esto último, del lado oscuro del conocido como caso Unión, habrá noticias no muy tarde. Algunos están empeñados una y otra vez en engañar a la gente sacando noticias sobre lo efectiva que fue la investigación y sobre los buenos resultados que se obtuvieron.
Dicho lo de las no operaciones político/judiciales, los informadores de este diario nos cuentan que lo que no se va a parar en ningún caso son las investigaciones que ya estaban en marcha durante la etapa de gobierno del PP. Unas fruto de denuncias sobre casos gravísimos que han ocurrido en instituciones públicas como el Ayuntamiento de Arrecife, con nombres muy destacados que en un caso concreto han ido a por lana y van a salir trasquilados, y otras fruto de la investigación que se está llevando a cabo en el Congreso y en el Senado sobre los asuntos de corrupción que han afectado por desgracia a todo el país. También habrá noticia al respecto en breve.
Política y candidaturas
Mientras algunos viven preocupados, principalmente los que saben que han hecho alguna que podría ser descubierta, otros están centrados en lo que creen que deben estar centrados, que no es otra cosa que la preparación de las próximas elecciones locales. En lo insular está claro que el enemigo a batir es Coalición Canaria (CC) y su más que seguro candidato al Cabildo salvo sorpresa de última hora, Pedro San Ginés. Contra él llevan más de un año cargando sin éxito desde las filas del PSOE con la estimable colaboración del resto de formaciones y de alguno de los socios de gobierno del propio San Ginés. Hasta el momento, según muestran las encuestas, están consiguiendo poco o nada. Más bien nada, porque el efecto que persiguen es el contrario del que se obtiene. Le están dando un protagonismo al presidente del Cabildo que sin tanta batalla mediática no tendría ni de broma. En lugar de centrarse en aspectos lógicos de sus posibles fallos como gobernante, lo han apostado todo al caballo ganador que creían que era el lío de los Centros Turísticos y el lío del agua. De momento en ambos casos el presidente les gana por dos a cero. De ahí el nerviosismo de algunos y las confesiones que nos hacen otros. En esta redacción, como en otras, suponemos, los enemigos de San Ginés deslizan una y otra vez, como ya se han atrevido a decir públicamente, que el tema de Canal Gestión no está cerrado ni mucho menos y que las conexiones de la corrupción detectada en Madrid en la matriz de la empresa que lleva el ciclo integral del agua podrían saltar en breve a Lanzarote. Ninguno de los que afirma semejante cosa lo sostiene con fundamento. Todo son conjeturas. Pero lo sueltan, y cada vez con más intensidad. Si no tienen información, estaríamos una vez más ante un estúpido ejercicio de intento de ensuciar la imagen de un político que ante este tipo de circunstancias suele salir bastante reforzado. Es el error que gente inteligente que está en los partidos que son rivales de CC han detectado, y tratan de frenar. Tal vez no puedan hacerlo o no lleguen a tiempo porque en no pocas formaciones se está imponiendo la corriente más radical a la corriente más sensata. Los números luego cantarán y los que deben asumir responsabilidades se inventarán todo tipo de excusas para justificar los fiascos.
Como ya hemos dejado escrito en ediciones anteriores, en CC no paran. Mientras negociaban con Nueva Canarias (NC) una especie de entente cordial de cara a las elecciones generales que vengan cuando vengan, la formación que controla Fernando Clavijo (sí, manda ya más que José Miguel Barragán y que el resto) ha tratado de resolver parte del enorme problema que tienen en Gran Canaria, y lo ha hecho encomendándose a la formación insularista que dirige el ex popular José Miguel Bravo de Laguna. Es obvio que no van a arrasar en la isla redonda, pero si en lugar de un único diputado consiguen dos o tres, tendrán que dar por bien empleado el tiempo y el dinero que han destinado a la cosa. En Lanzarote ocurre algo parecido. No sólo no se desprecia a nadie sino que hay conversaciones con personas que han estado o están en otros partidos para que se incorporen al proyecto, así como gente de notable prestigio social que podrían dar la sorpresa en alguna de las listas, especialmente en la del Cabildo y en la de ayuntamientos importantes como Arrecife o Teguise.
Por cierto, no descarten que en un tiempo no demasiado lejano se produzca alguna dimisión dentro del grupo de gobierno del Cabildo, y no será precisamente la de Manolo Cabrera. Ojo a esto.
Intoxicaciones, verdades y mentiras
Como se puede imaginar el despierto lector de esta sección, cada semana contamos una centésima parte de las cosas que a su vez nos cuentan otros, y lo hacemos siempre que tenemos claro que los rumores que adelantamos son la antesala de noticias que más tarde publicaremos. Hay historias que desechamos porque sabemos que tienen poco fundamento y un recorrido nulo. Otras que por poco interés tampoco mencionamos, como algo de lo que vienen hablando en nuestra emisora de radio desde hace meses, el insólito intento de Carlos Espino Angulo (a la vejez viruela) de sacarse la carrera de Periodismo. “¡Qué habremos hecho en esta profesión!”, se dirá algún compañero del gremio que se esté enterando ahora de la historia. Una historia que ni nos hemos molestado en contrastar, que no nos interesa, como no le debería interesar al PSOE de Dolores Corujo rescatar imágenes y personajes de su pasado que deberían enterrar a palada limpia. Pero ahí parece que está el hombre, examinándose no sabemos con qué intenciones de futuro de asignaturas que le pegan tanto como la Ética Periodística. De eso estamos convencidos de que podría dar unas cuantas lecciones este buen hombre y mejor político. Ahora, para agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con Pérez Rubalcaba o sin él al frente nos da que no vale; ya se sabe todo el mundo su modus operandi; aunque las grabaciones las haga ahora con móvil o con otros sofisticados métodos que haya adquirido en la Tienda del Espía, al que consigue grabar es porque se deja.
Y mientras, los que tratan de crear un nuevo PIL siguen erre que erre con su notable esfuerzo. No va a ser sencillo, y se les han caído por el camino alguna de las mejores posibilidades que tenían. Es un tema complejo que habría requerido más trabajo y más tiempo. Como el que han tenido en formaciones como San Borondón, donde están incorporando a gente de notable interés informativo, o Somos Lanzarote, donde podrían ser capaces de solventar los problemas que están teniendo para volver a concurrir, en esta ocasión sin la gente de Alternativa Ciudadana y de Vecinos Unidos, pero a lo mejor con otros que podrían suplir ese espacio.
Hablando de Somos, parece que hubo cierta tensión esta semana en la Comisión de Hacienda cuando Mari Paz Cabrera dijo que ella no tenía compañeros en el grupo de gobierno de Haría. Nos cuentan que Tomás López no dijo nada, pero debería haber dicho si la cosa fue así, porque que nosotros sepamos la gente de la Alternativa Democrática también se presentó en el mismo paraguas político que ellos. Otra cosa es que en mayo del próximo año los caminos de unos y de otros vayan a ser distintos, pero a día de hoy compañeros son compañeros.
