Lleva un par de días bastante mosqueado el portavoz socialista en San Bartolomé, Andrés Stinga, a cuenta de las cosas que están sucediendo en el Ayuntamiento. Primero denunció los escandalosos sueldos que a su juicio y a juicio de cualquiera que tenga juicio cobran algunos concejales. Ahora, según se recoge en la información del interior del diario, denuncia la rocambolesca y estrambótica elaboración de un Plan General que como ocurre en otras latitudes no hay por dónde cogerlo. Resulta difícil entender que con lo que cobran las empresas que se encargan de elaborar estos documentos -más de 600.000 euros la que ha hecho el Plan General de Arrecife- se puedan cometer tantos errores. Si los de Arrecife han sido de bulto, los de San Bartolomé no se quedan atrás. Resulta, según la denuncia de los socialistas, que el documento se ha hecho con la planimetría de hace más de diez años, con lo que se han encontrado que donde antes había una calle ahora hay una casa que no puede desaparecer por arte de magia. Además, también a este equipo redactor se le ha olvidado incluir el informe de impacto medioambiental, con lo que tampoco tiene validez el documento. Vamos, todo un dechado de virtudes que imaginamos que volverán a pagar los de siempre, los sufridos contribuyentes.
