jueves. 28.03.2024

MÚLTIPLES BATALLAS PRECONGRESUALES

Los grandes partidos (alguno de los no tan grandes también) afrontan un mes de febrero ciertamente caliente. Los movimientos precongresuales para controlar formaciones como el PP, el PSOE o CC tanto dentro como fuera de Lanzarote se suceden a un ritmo difícil de seguir. En el PP canario algunos buscan alianzas para acabar con la apuesta de Génova. En el PSOE de Lanzarote el sector de Dolores Corujo intenta adivinar quién será la persona finalmente elegida por el sector hostil para enfrentarse a su líder

Febrero se inicia con el anticipo de la madre de todas las batallas precongresuales. Lanzarote en particular y Canarias en general no van a ser una excepción. ¿Dónde van a ser más cruentas las guerras intestinas? Lógicamente en los partidos en los que no se ha rascado poder o se ha perdido, como es el caso del Partido Socialista (PSOE). Porque mientras en la Península Pablo Iglesias e Íñigo Errejón escenifican un supuesto enfrentamiento guerracivilino en Podemos, aquí los que quieren el control orgánico para manejar el futuro institucional se están peleando de verdad.

Empezando por el PSOE, no es digno de ningún confidencial que se precie apuntar que existe una enorme división interna en Canarias. Eso lo sabe todo el mundo. Lo que quizás no sepa todo el mundo es la cantidad de reuniones que está habiendo no sólo ya para determinar quién se va a enfrentar y cómo a la ex vicepresidenta Patricia Hernández sino quién da el primer paso para apoyar a uno u otro candidato de los que se presenten a la Federal. Porque está claro que en las Islas Pedro Sánchez ha tenido siempre muchísimo apoyo. Sin embargo, descartando por completo cariños insulares a Patxi López, nadie se quiere mover en exceso para luego no salir en la foto buena. Todo el mundo está esperando a los movimientos de la Gestora y de Susana Díaz. Hay, por qué no decirlo, miedo a un chasquido brusco que termine con el hombre del “no es no” como en su día Felipe González y los suyos terminaron con la carrera de José Borrell, a lo drástico. Aunque muchos la han señalado como posible rival, nosotros hace tiempo que hemos descartado a la parlamentaria y alcaldesa de San Bartolomé, Dolores Corujo, como la elegida para plantar cara al sector oficial en estos instantes. Ni tiene ganas ni es tan boba como para embarcarse en una operación que sabe que puede perder y que la dejaría herida de muerte. Además, tiene que centrar todos sus esfuerzos en combatir al sector hostil que tiene en Lanzarote y que cada día que pasa gana más adeptos.

Precisamente esa es la gran incógnita que tiene en estos momentos el teórico sector oficial y por tanto más poblado de los socialistas lanzaroteños. Averiguar quién será finalmente la persona elegida para enfrentarse a Corujo en un congreso que desde aquí vemos ciertamente igualado. Igualado porque las fuerzas teóricamente hostiles han crecido mucho en los últimos tiempos. Entre los quinielables aparecen muchos nombres, aunque ya han ido descartando alguno, como el del consejero del Cabildo Marcos Bergaz, que ha chivado al sector corujista que no tiene intención esta vez de presentarse a la Secretaría General. Descartado, el siguiente en la lista es el parlamentario Marcos Hernández, a quien el cuerpo, Vicario dixit, le pide guerra. Los artículos de opinión que su grupo tiene claro que escribió Carlos Espino con seudónimo elevado le hicieron mucho más daño del que reflejó en público. Sobre todo por lo sucio del método utilizado. Sin embargo, Hernández no es hombre de dar pasos a lo loco. Si no tiene claro que va a ganar, es raro que se presente. Así, en las elucubraciones del cuartel general que controla el asesor de la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, donde no sólo trabajan en estrategias manchadas de lodo como la de atacar a sus compañeros con cobardes artículos con seudónimo, siguen, con sus periodistas de cabecera a los que también graban por si un día se les tuercen, sacando nombres. El siguiente que les suena como posible sería el de la ex presidenta del Cabildo Manuela Armas. Y ahí nos detenemos. Es probable que pueda ser la elegida para enfrentarse a Corujo. O no, porque nos consta que en la marea hostil que se acerca por la izquierda tienen claro que deben seguir creciendo y preparándose para la guerra que viene, y no están prestando tanta atención a la elección de la persona que les liderará. Aunque los corujistas creen que van a ganar, hay cosas que les dan miedo. No sólo el o la posible candidato/a sino que personas como Andrés Fuentes o el propio ex alcalde José Montelongo se pongan a mover ficha. Y fichas, están moviendo. Montelongo y los suyos no perdonan la traición de Eva de Anta y las que ese sector define como "Las Chicas del Charco". Ni los desaires de antes de su dimisión (de la que probablemente se habrá arrepentido ya varias veces) ni los que le han hecho después. El Comité de Arrecife, por mucha gestora que hayan impuesto, sigue teniendo mucho peso, y ahí Andrés Fuentes y su gente de confianza se mueven como pez en el agua. Es normal que Corujo y los suyos tengan miedo, y que algunos estén incluso por la labor de buscar un consenso que evite la batalla. Difícil lo tienen. El otro sector quiere guerra, y guerra va a haber.

Movida en el PP

El segundo en tener un lío previsto por casi todos a muy corto plazo es el Partido Popular (PP). Aquí el tema no está tanto en esperar movimientos sino en ir situando los apoyos. El primero en mover ficha ha sido Asier Antona, un hombre que muchos consideraban de transición pero que sorprendentemente está trabajando duro para quedarse. Tanto que en poco tiempo ha convencido a Mariano Rajoy y a los suyos, es decir, a la cúpula de la organización, de que es la persona adecuada para llevar las riendas del partido en el Archipiélago. Eso lo ha hecho a base de muchas visitas a Madrid y de muchos telefonazos (debe conocer el número blindado del presidente, que desde lo de Bárcenas no manda un mensaje de “guasap” ni aunque le regalen una plancha). Pero Antona no lo tiene fácil. Desde que José Manuel Soria ganó tras una dura batalla precongresual en 1999 el PP no se había visto en otra igual. Caído el líder incontestable (con Soria verdaderamente el que se movía un centímetro era eliminado de la foto), el abanico de posibilidades ha impulsado a unos cuantos a tomar la decisión de presentarse. El primero, un soriano que se movió de la foto como Juan José Cardona, probablemente el que cuenta con menos posibilidades porque carece de apoyos fuera de Gran Canaria. Es de los dirigentes del PP que se olvidó en su día de que el Archipiélago lo conforman ocho islas habitadas, nueve si metemos a Lobos.

El segundo ha sido el menor de los Bento. Enrique Hernández Bento lo tenía claro desde hace mucho tiempo, antes incluso de que cayera el líder, sobre todo porque estaba convencido de que él o su hermana Mari Carmen contarían llegado el caso con el apoyo de los Ángeles de Charlie (el grupo que conforman las presidentas insulares Cristina Tavío, Águeda Montelongo y Astrid Pérez), y que por tanto lo tendrían fácil para derrocar a Antona y a Génova. Tampoco debieron hacer bien el trabajo, porque quien sí ha hecho los deberes durante años y ha entendido lo de las ocho islas ha sido precisamente una que para los Bento en teoría no iba a ser rival, Cristina Tavío. La todavía joven pero experimentada política tinerfeña es ciertamente la que tiene más opciones de derrocar a Antona, la que sí cuenta con el apoyo de sus dos amigas de Lanzarote y de Fuerteventura, y, lo que es más importante, con el de su gente. Debió de ser mayúscula por tanto la sorpresa de los Bento cuando Tavío dejó entrever en una entrevista en el Diario de Avisos que el cuerpo le pedía competición. Y competición e interés va a haber.

Nos cuenta gente del PP que sabe de estas cosas que una vez que se termine el congreso nacional comenzará un movimiento lógico tendente a eliminar candidaturas y a sumar fuerzas. ¿Quién con quién? Pues quien se vea sin posibilidades con quien entienda que va a ganar. Hay que estar atentos porque en esa suma puede estar el error, puede ser el paso en falso que convenza a la militancia y a sus compromisarios de que el voto lo merece el otro, o como creemos aquí, la otra.

En el caso de Lanzarote la cosa está bastante clara. Astrid Pérez es la Rajoy de la isla de los volcanes. No porque no tenga contestación interna, que la tiene, incluso de alguno de los que tiene más cerca, sino porque existe un enorme grado de cobardía entre aquellos que entienden que enfrentarse a ella en estos momentos sería un suicidio. Así, hasta los judas a los que les encantaría apuñalar en el pecho a la líder de los últimos lustros saldrán estos días dando su apoyo incondicional a quien saben que cuenta con todo el viento a favor y con el mejor velero. Y decimos eso conscientes de que se están produciendo reuniones de terapia de los hostiles en las que una y otra vez echan números y una y otra vez tropiezan con lo que su falta de ganas les hace ver que es una derrota segura. Les falta además un líder sólido que pudiera plantar cara a la actual líder. De ahí que alguno esté intentando rescatar algún cadáver del cementerio de zombis políticos. Y en el PP lanzaroteño hay un par de ellos.

El lío de Coalición Canaria

Coalición Canaria (CC) está en un momento terriblemente delicado. Alguno de sus fundadores, de los que todavía quedan, siguen creyendo que es la hora de la refundación. Y no se equivocan. Porque los que de verdad quieren a la organización, los que de verdad creen en el nacionalismo defendido desde el territorio nacional con más razones para ser nacionalista, entienden que habría sido bueno incluso que a Fernando Clavijo le hubieran presentado una moción de censura. Si PP y PSOE hubieran dado el paso, la organización habría tenido la ocasión de regresar a los cuarteles de invierno, ordenarse por dentro y reinventarse, como en su día hizo el Partido Nacionalista Vasco (PNV) cuando populares y socialistas pactaron en lo que antiguamente se conocía como las Vascongadas. Pero parece que no se dan las circunstancias, y parece, sobre todo, que en Madrid no acaban de verlo. Habría sido suficiente con que los socialistas hubieran hecho presidente a Antona para que CC hubiera caído por primera vez en más de veinte años en desgracia. Pero en el PSOE, como ya hemos contado antes, las cosas no están para muchos experimentos.

De ahí que recuperada la tranquilidad en la organización toque hacer de nuevo números para ver quién o quiénes llevarán las riendas del partido en los próximos años. Dijo José Miguel Barragán en COPE Lanzarote que era la primera vez que no sonaban nombres. No mintió, porque no suenan muchos. Finalmente CC estará dirigida por una persona de consenso entre islas, alguien que incomode poco al poder que ejercen con mano firme algunos desde Tenerife, y que sepa además representar los intereses del resto de las islas. Así, y él también se ve como esa persona, algunos apuntan al lanzaroteño David de la Hoz para llevar la Secretaría General del partido. ¿Tiene posibilidades? Las tiene. El problema es que el equilibrio de fuerzas que sostiene el partido se volvería a romper, y no está el horno para bollos. La parte occidental empieza a reclamar su lógica cuota de poder orgánico. De ahí que no sea extraño que el máximo responsable del partido salga esta vez de las islas de Tenerife, El Hierro, La Gomera o La Palma. Si nos tuviéramos que decantar por lo que más fuerza está cogiendo en los corrillos de palacio, apostaríamos por un palmero, o palmera. Tiene lógica.

En el caso de Lanzarote se ha formado cierto revuelo desde que en este mismo confidencial publicamos una verdad que verdadea, que el presidente de honor, Jesús Machín, quiere que su hija, la parlamentaria Midalia Machín, sea la que de rebote o sin rebote se ponga al frente de la organización en la Isla. Y no se crea el despierto lector que no hay gente en el partido que le está comprando la posibilidad. Algunos, seguramente que muchos menos ella misma, lo ven como un mal menor. Y decimos ella misma porque los que desean que esté al frente del partido son aquellos, excluyendo a su padre, claro, que la ven como una persona manipulable. Y Midalia Machín ha hecho y sigue haciendo un trabajo que debería merecer más respeto del que le están dando. Es obvio que no es su momento, que es tremendamente joven, y que carece de cuestiones fundamentales para dirigir un cotarro como el que representa la principal formación política de la Isla. Y eso que le falta se lo dará la experiencia, el tiempo.

La batalla en Coalición no ha hecho más que comenzar. En el camino se están produciendo conversaciones, todos con todos menos con el hombre que guarda un silencio que tiene de los nervios a más de dos y de tres, el actual secretario de Organización, Antonio Morales. Su distanciamiento con David de la Hoz, y también con su amigo Fernando Clavijo (qué pronto olvidan algunos cuando llegan al poder) es un hecho que todo el mundo conoce en el partido y fuera de él. Las razones, ya las hemos explicado. El silencio de Morales está intranquilizando a algunos porque desde que este hombre dirigió las Juventudes de la formación en términos pretéritos, ha realizado un notable trabajo de campo y ha conseguido el respeto de todos los comités locales. La gente del partido le conoce, y aunque muchos no compartan lo que dice o piensa, al menos le respetan. Por tanto, un movimiento suyo a favor de unos u otros podría cambiar las balanzas de sitio, si es que finalmente hay batalla y no se llega a un acuerdo de unidad nacional. Acuerdo que ya hay dirigentes como Pedro San Ginés que están convencidos de que se va a producir.

Mientras, nos consta que entre los cabreados del momento está el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort. Este todavía joven político, al que pretenden otras formaciones de corte nacionalista como si de un prometedor jugador de fútbol se tratara, anda con la mosca detrás de la oreja por el trato informativo que está recibiendo por parte de algunos medios, empeñados en descartarle una y otra vez de la posibilidad todavía cierta de que dirija la formación. Porque Betancort no ha dicho nunca que por su mente no haya pasado la idea de dirigir CC como pretenden vender algunos titulares. Lo que él ha dicho, y se entiende perfectamente, es que no se va a presentar a la Secretaría General, como tampoco va a repetir el puesto de presidente del Comité Local. También pidió ir de suplente en la lista al Senado y el partido le colocó como número dos de la lista de la provincia de Las Palmas al Congreso. Cuando dice cosas como que le gustaría que el exitoso modelo que se ha impuesto en Teguise se trasladara al resto de la Isla, ¿qué quiere decir? Nosotros lo tenemos bastante claro. Otros, y es lo que molesta al alcalde, parece que no. ¿Será finalmente el elegido, le habrán hecho ya alguna propuesta seria, formará parte de alguna sorpresa de última hora? Pues tampoco está claro. Queda mucho camino que correr y muchas reuniones que celebrar. Pero todo llega.

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