Como se pueden imaginar, este diario recibe cada día infinidad de denuncias de los ciudadanos a los que servimos y por los que trabajamos, cosa que agradecemos enormemente, ahora que por fin poco a poco se va consolidando nuestro proyecto y vamos ofreciendo la cara con la que queremos salir realmente. En una de estas llamadas un vecino se quejaba de un hecho insólito que luego comprobamos que se había producido de verdad, que los médicos del improvisado consultorio de Playa Blanca se vieron obligados a parar su trabajo por el tremendo ruido de las obras de ampliación que se están haciendo. Parece que algunos no se han enterado de la reciente sentencia contra el ruido, sobre todo algún intolerante. Y es que nos cuentan, siempre según la versión ciudadana, que los médicos salieron a pedir que pararan la obra porque no podían parar consulta, y los obreros se negaron. Fue cuando decidieron los galenos hacer una especie de protesta improvisada contra el ruido. Lo que no pase en Lanzarote.
