No es extraño que los periodistas terminen hasta el moño de algunos políticos, sobre todo cuando convierten sus trifulcas en noticia y obligan a trabajar a altas horas de la noche para luego no informar de nada. No es el caso del Partido Socialista, que últimamente ha dado más titulares que el Real Madrid y sus líos. Alguien del ahora sector crítico del partido nos planteaba la siguiente cuestión: “¿Es que el Manuel Armas ese que habla ahora es Dios?”. “¿Por qué lo dice?”, preguntamos nosotros. “No, porque parece que hace y deshace a su antojo y nadie le dice nada”, nos contestó alguien. No sabemos si es Dios o no, lo que sí que sabemos es que la misión del secretario de Organización de los socialistas canarios está muy clara, y no va a parar hasta conseguir su objetivo, incluso saltándose algunas cuestiones del reglamento interno que habría que cumplir si se quisiera ser honesto en este monumental pleito. Por cierto, que la semana que viene llega a Lanzarote un buen amigo de esta casa, Jerónimo Saavedra, presidente y mandamás del Partido Socialista Canario (PSC) le pese a quien le pese. Dicho esto, y aprovechando que el agua de Chafariz pasa por Haría, tenemos que recordar que una vez el mismísimo Jerónimo Saavedra quiso echar a la calle a Enrique Pérez Parrilla, Segundo Rodríguez y Carmelo García Déniz y no lo consiguió, y eso que los muchachos desobedecieron nada menos que una orden de la regional para que pactaran con Dimas Martín. En aquel momento las cosas se hicieron de otro modo y la sangre fue menos sangre. ¿Qué ha cambiado?
MANUEL ARMAS, JERÓNIMO SAAVEDRA Y EL FUTURO
22 de enero de 2007, 13:25