jueves. 18.04.2024

MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA Y PARA LOS FAJARDO

Desde que este diario adelantara la noticia de que la Audiencia Provincial de Las Palmas ha solicitado al Cabildo certificación sobre el tiempo en el que Manuel Fajardo Palarea fue vicepresidente de la Primera Corporación no han sido pocos los dirigentes de CC y del PSOE en otras islas que se han interesado por conocer el fondo del enrevesado tema

La noticia que adelantó este periódico la semana pasada acerca de la solicitud de información por parte de la Audiencia Provincial de Las Palmas al Cabildo insular sobre el tiempo en el que el abogado Manuel Fajardo Palarea ejerció como consejero y como vicepresidente de esa institución ha tenido una enorme repercusión. Casi más dentro que fuera del ámbito político. Socialmente a los ciudadanos de este país, y por ende de esta islita, pocas cosas les sorprenden ya. Es más, como venimos manteniendo desde hace tiempo, las noticias de hoy ya ni siquiera sirven para envolver el pescado del día siguiente, como tradicionalmente se mantenía en el gremio. Hay tal bombardeo de información, hay tantos canales de noticias, que la gente está empezando a borrar cosas del disco duro por incapacidad manifiesta de almacenamiento.

De eso se valen muchos poderosos para sentirse impunes, para dar por hecho que su prestigio no corre riesgo alguno. Pero corre, y mucho. En los cenáculos del poder nos consta que no se está viendo con buenos ojos que todo un viceconsejero de Justicia esté en el punto de mira de una investigación que analiza algo tan chusco como fue el proceso de tramitación de licencias en los ayuntamientos de Yaiza y Teguise y el enorme tinglado político-judicial que se montó alrededor.

Algunos dirigentes de Coalición Canaria (CC) de fuera de Lanzarote se han dado cuenta ahora de por qué al señor Fajardo Palarea no le querían ni en su partido, donde ya saben que le apartaron del puesto número dos de la lista al Parlamento en las pasadas elecciones de mayo para que entrara en su lugar el actual diputado Marcos Hernández, persona de máxima confianza en la Isla de la vicepresidenta Patricia Hernández. Pero Don Manuel, que es mucho Don Manuel, no se conformó con la ofensa, y tras renunciar a ocupar un deshonroso número tres siguió presionando para que al menos le dejaran ocupar el cargo con el que lleva soñando desde hace años. Seguramente que a él y a su ego les habría gustado más el puesto de consejero de Presidencia, pero para su idea de presente y de futuro no venía nada mal el de viceconsejero de Justicia. Es la forma que tiene de seguir mostrando su poder a sus dos gremios, el judicial y el político.

Insistimos en que no son pocos los cargos de CC de fuera de Lanzarote que han hecho preguntas sobre el caso, y que han tenido que recibir un cursillo acelerado sobre la razón que lleva a la Audiencia Provincial a pedir que el actual presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, certifique cuándo fue este señor consejero y sobre todo vicepresidente de la Corporación. ¿La razón? Averiguar si en ese periodo estuvo presente o incluso concedió cantidades considerables de dinero a su propio despacho, con el cuento ese de la lucha desinteresada (Enrique Pérez Parrilla diría además impagable) contra el intento de destrucción del desarrollo sostenible.

Pero no todos en la formación nacionalista desconocen la polémica trayectoria del que muchos dicen que sigue siendo el verdadero jefe en la sombra del PSOE conejero. Fernando Clavijo tuvo en su mesa de despacho un informe completo sobre el porqué de la reticencia de sus compañeros de Lanzarote a que nombraran a este señor nada menos que viceconsejero de Justicia. El actual presidente del Gobierno, que sufrió en sus carnes la presión que saben ejercer algunos utilizando a la justicia y a determinados medios de comunicación, retrasó a conciencia durante varios meses su nombramiento. ¿Qué habrá pensado ahora Clavijo cuando se ha conocido esta información? Pues lo mismo que pensó la primera vez que su partido en Lanzarote le puso al día de lo que había supuesto este señor para la política insular y su siempre dispuesto compañero de viaje Carlos Espino, sobre el que las malas lenguas siguen diciendo que vive de la Comunidad Autónoma sin que quede muy claro y sobre todo acreditado de qué forma. ¿Ha expresado internamente Clavijo a Patricia Hernández su convencimiento de que este señor no debe estar al frente del departamento de Justicia? Seguramente. ¿Van a destituirlo? Es poco probable. Entre otras razones porque de momento no existe más que una investigación sobre una situación que alguien ha debido denunciar, y sobre todo porque en CC y PSOE tienen otras cosas más importantes en las que pensar.

Corren malos tiempos para la lírica y también para los Fajardo. Ocurra lo que ocurra, tanto Fajardo Palarea como su primo Manuel Fajardo Feo deben estar pasando días de notable incertidumbre. Uno, por lo que hemos contado, por un asunto que entendemos que le debe tener desconcertado, sobre todo porque no es normal que durante tantos años no se investigara lo que era un secreto a voces en la Isla y muchos años después venga todo esto y caiga de golpe como un enorme jarro de agua fría para sus protagonistas. Otro, porque se ha visto sorprendido también por la decisión de la Fiscalía de ver indicios de delito en los contratos que el ex alcalde de Arrecife hizo al mismo despacho de abogados con constantes advertencias de la oposición de que se estaban haciendo en fraude de ley. “Llévenme a la Fiscalía si entienden que estoy cometiendo un delito”, repetía una y otra vez el alcalde en los plenos. Y al final le llevaron, y la Fiscalía vio indicios de delito en su actuación y le pasó la papa caliente a un juzgado donde deberán acudir los implicados a declarar, para averiguar si los cientos de miles de euros que ha recibido el despacho de la calle Canalejas se otorgaron de forma legal o de forma ilegal.

No, no corren buenos tiempos para los Fajardo. Sorprende enormemente también el silencio que se está produciendo en torno a estos dos casos. No nos referimos a las plataformas mediáticas del régimen. De esas poco o nada se puede esperar. Deben andar estos días en el mismo estado de perplejidad que los afectados. No están acostumbrados a que haya jueces y fiscales independientes y que se salgan del circuito. Nos referimos también al ambiente político, donde nadie o casi nadie dice nada a no ser que se les pregunte, y a veces ni así. En CC seguramente no quieren decir mucho de Manuel Fajardo Palarea para que alguien no tenga la tentación de hablarles de Manuel Fajardo Feo. Todavía algunos se arrepienten de no haber visto a tiempo que el ex alcalde nacionalista tenía un vínculo enorme con esas fuerzas del mal disfrazadas de falsa izquierda que han hecho y deshecho lo que han querido en los últimos veinte años en esta tierra. Y en el PSOE qué van a decir. A la gente que interviene en los medios se les ha dicho que digan que Don Manuel no adjudicó un solo contrato a su despacho cuando fue vicepresidente del Cabildo, y que de ahí no salgan.

Pero insistimos, ocurra lo que ocurra la cosa no será justa. Y cuando hablamos de injusticia, ojo, también nos referimos a los presuntos implicados. Porque, como dice la gente en la calle, la justicia que es tan lenta no puede ser nunca justa. No olvidemos que Manuel Fajardo Palarea fue vicepresidente primero del Cabildo en junio de 2005. Han pasado once años, una barbaridad para que ocurra lo que ocurra se pueda hacer verdadera justicia. De ahí que haya pocas esperanzas entre la plebe de que realmente estos asuntos que afectan a los Fajardo prosperen. ¿O sí, o habrá alguna sorpresa más a la vuelta de la esquina?

Última hora

La última hora sobre esta historia no deja de ser sorprendente. Este jueves el presidente del Cabildo ha confirmado en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio-COPE Lanzarote que todavía no se ha enviado a la Audiencia Provincial la información que les han demandado. Es decir, que llevan más de una semana en el Cabildo sin haber dado cumplimiento a un mandato judicial que si bien es cierto que no tiene fecha requería de cierta diligencia. Luego se quejan algunos de que la justicia es lenta. Más de una semana para certificar cuándo fue el señor Fajardo Palarea vicepresidente de una institución. ¿Cuánto tardarán si les piden algo más complejo?

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