viernes. 29.03.2024

LOS PACTOS NO SON PARA EL VERANO

En CC han hecho buenos los pronósticos que lanzamos desde este diario y han demostrado que no tienen ninguna prisa para incorporar a su gobierno a ningún socio. La información sobre la espera de Clavijo a las primarias del PSOE para dar un giro inesperado a las negociaciones con el PP no es más que una especulación interesada promovida desde dentro del propio Gobierno. La realidad camina por otro sendero muy distinto

No hacía falta ser un sabio o el Oráculo de Apolo en Delfos para adivinar que Coalición Canaria (CC) tenía pocas ganas o ninguna de acelerar las conversaciones con el Partido Popular (PP) para conformar un Gobierno en las Islas. Era de cajón, máxime cuando el PP de Asier Antona, cosa que el líder conservador no debe tener muy claro, no hace que los de Fernando Clavijo sumen 31 parlamentarios en Tenerife. Ya lo dijimos en este confidencial, advertimos que los populares iban a llegar crecidos a las negociaciones y que ese crecimiento les iba a pasar factura, como de momento así ha sido.

Lo que también dijimos, y ha sido cierto, es que el PP quería áreas de gobierno potentes y de lucimiento, como la que lleva la lanzaroteña María Teresa Lorenzo. Turismo, con la que está cayendo, es un dulce que cualquier partido querría comerse no sólo por lo goloso del pastel sino por lo que supone de venta de gestión política frente a la ciudadanía en un instante en el que Canarias no para de batir sus aparentemente imbatibles registros. Y desde que se iniciaron las conversaciones la cabeza de la lanzaroteña ha estado en todas las bandejas y en todas las conversaciones. Significativo ha sido desde luego el escaso o nulo respaldo de sus compañeros de Lanzarote, con la excepción hecha del arranque de la gente de Teguise y el posterior y tímido seguimiento que han hecho otros compañeros de otros municipios. Y no había defensa porque había resignación, sabían que había que ceder algo bueno y ese algo bueno era el área que gestionaba Lorenzo. Sin embargo, en los últimos días se ha enfriado tanto la cosa que hasta el constante y machacón ataque sobre lo mal que teóricamente estuvo gestionado el dichoso Festival de Música de Canarias (cómo ha reventado a la almidonada sociedad de Gran Canaria que se sacara el evento del territorio y de las manos amigas) ha cesado, o medio cesado. Eso da a entender que desde luego pasará el verano y la consejera lanzaroteña seguirá en su puesto.

En todos los mentideros de la política canaria se da por hecho que el descalentón en las conversaciones entre CC y PP se ha producido por las numerosas exigencias de los populares. Nosotros no creemos que sea sólo por eso. Teníamos claro cuando lo aventuramos y seguimos teniendo claro ahora que los nacionalistas están tremendamente cómodos gobernando en minoría y buscando apoyos puntuales cuando se necesitan, como sucedió con la importante aprobación de la Ley del Suelo. Los tres parlamentarios que controla Casimiro Curbelo -su pobre sobrino Pompeyo tendrá que dejar para otro momento lo de ser secretario general del Partido Socialista (PSOE) en Canarias- están por la labor de seguir cambiando votos por estampas para su tierra, y los doce del PP sólo tienen que ser llamados a capítulo de vez en cuando por Génova para que abandonen la guerra de guerrillas que ahora no interesa nada a Mariano Rajoy.

Y ahí radica el principal problema del PP canario, que no manda sobre su territorio. Si a Antona le hubiera salido bien su inteligente apuesta inicial, si el PSOE no hubiera tenido el follón interno que tiene y hubiera echado números, Fernando Clavijo habría sido censurado y CC estaría en estos momentos en el banquillo. Ahora, sin embargo, Antona es preso de las circunstancias y preso de la importancia que tiene el voto de Ana Oramas en Madrid.

Aunque sabemos que la cosa se ha complicado con el PP, tampoco creemos como se especula sobre todo en Gran Canaria y Tenerife que Clavijo y los suyos estén esperando al resultado de las primarias socialistas para cambiar de interlocutor y ponerse a hablar con el PSOE de una nueva reedición de su pacto. Y no lo creemos porque CC poco o nada ganaría con la entrada de nuevo en el poder de los socialistas. De entrada, no gobiernan en Madrid. Y de salida, el peso que tienen en el Parlamento obligaría a los nacionalistas a tener que entregar mucho más poder del que en teoría tendrían que dar a los populares. ¿Qué sentido tiene entonces esa especulación? Aparentemente ninguno. Sin embargo, desde la coalición algunos dirigentes están filtrando a determinados medios esa posibilidad, probablemente con la idea de presionar todavía más al ya de por sí presionado Antona.

Durante el encuentro de esta semana entre Patricia Hernández y parte de la parroquia socialista de Lanzarote se le preguntó por el artículo de Francisco Pomares en el que éste afirmaba que se había producido un encuentro entre Fernando Clavijo y parte de la cúpula del PSOE en la casa de Dolores Corujo en Lanzarote. La portavoz parlamentaria no se sorprendió por la pregunta, porque conocía el artículo, y se limitó a decir como es lógico que a ella no le consta ese tipo de movimientos, y que desde luego no cree que si gana Ángel Víctor Torres su partido vaya a pactar de nuevo con CC. Algo similar está diciendo la alcaldesa de San Bartolomé a los suyos, que no es cierto lo que afirma el periodista, que ese encuentro en su casa jamás se produjo, y que no hay acercamiento regional ninguno a los nacionalistas.

Lo que está claro es que cuando un periodista de la veteranía de Pomares publica algo así es que algo hay, y ese algo lógicamente parte de la habitual filtración interesada de alguien. La prensa sin filtraciones no sería prensa. Ahora, igual que las bicicletas son para el verano, está claro que los pactos no, o al menos no el pacto en Canarias.

Este viernes hay una nueva reunión. Antona ha estado presionando estos días de nuevo con el tiempo. Mucho nos tememos que o recibe un apoyo contundente de Génova, o la cosa seguirá como hasta ahora.

LOS PACTOS NO SON PARA EL VERANO
Comentarios