jueves. 28.03.2024

LOS OTROS CASOS GALINDO

Las elecciones al Senado se presentan en Lanzarote entretenidas a pesar de que las encuestas y la sensación en la calle den ganador al socialista Manuel Fajardo. El veterano candidato se ha negado a ser un nuevo caso Galindo y ha hecho campaña, una campaña al estilo moderno, casi todo volcado en las gratuitas redes sociales. ¿La aparición de Don Manuel sólo está relacionada con estos comicios o tiene algo también que ver con el futuro del partido en la Isla y en Canarias?

Terminamos abril con la extraña sensación de que este país que de momento se sigue llamando España se la juega en unas elecciones generales notablemente inciertas. Todas las encuestas dan ganador al Partido Socialista (PSOE) y por tanto perdedor al resto; todas las encuestas dicen que Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) lo van a tener muy complicado para conformar gobierno aunque VOX crezca lo que dicen que va a crecer y les pueda prestar sus diputados como ha sucedido en Andalucía. Por tanto, lo que dicen la mayoría de las encuestas es que Pedro Sánchez, el segundo socialista con más suerte en la historia de este país después de José Luis Rodríguez Zapatero (difícilmente superable la potra general de ZP), va a ser presidente del Gobierno, esta vez sin necesidad de endiñarle una moción de censura a nadie. Eso es lo que dicen las encuestas; otra cosa muy distinta es lo que salga de lo que cada uno de los ciudadanos va a elegir libre y secretamente el domingo que nos toca votar.

En Canarias aportaremos como siempre nuestro pequeño granito de arena a la creación de un Congreso de los Diputados que desde luego ya no sorprenderá a nadie, aunque aparezcan representantes de todas las tribus urbanas reconocibles y por reconocer, gente con rastas y con camisetas sin mangas tipo Nadal o alguna mujer que decida que es buena idea dar de mamar a su retoño mientras escucha atenta una perorata del iluminado de turno.

En Lanzarote, para llegar al terruño, poco o nada podemos aportar con nuestros votos a la gobernabilidad del país; nuestras papeletas se diluyen como un azucarillo en un café bien caliente y son absorbidas por la siempre glotona máxima provincial. Como mucho, aunque algunos traten de confundir haciendo ver que participamos en la elección del futuro presidente, colaboramos en la elección de los diputados que nos van a representar en la Cámara Baja. Sin embargo, lo que sí que podemos decidir, y no lo hacemos, es quién va a ser nuestro único representante directo en las Cortes Generales. Y no lo hacemos porque muchas personas de las que van a votar en Lanzarote sueltan la papeleta a lo loco; que quieren que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno, pues dan su voto al candidato al Senado de los socialistas aunque sea un sátrapa; que quieren que Pablo Casado gobierne el país, pues dan su voto al Senado al candidato del PP aunque sea más malo que Rasputín… Es la inconsciencia del voto que se vio reflejada en el ya conocido como “Caso Galindo”. Como recordará tristemente el despierto lector, en las primeras generales de 2015 hubo un candidato al Senado que se presentó entonces por la emergente Podemos del entonces todopoderoso y bien valorado Pablo Iglesias llamado José Ramón Galindo González, un albañil de profesión y de 37 años de edad que ganó las elecciones en Lanzarote sin hacer una visita a un vecino, sin salir en los medios locales a explicar lo que iba a hacer y sin que le conocieran casi los que entonces integraban la formación morada, hoy en día fuera de la misma, al menos los demócratas que perdieron las primarias y cogieron el portante. 10.947 personas nada menos le dieron su voto para que fuera nuestro senador. Increíble pero cierto. Por desgracia para Podemos y sobre todo para Galindo, pocos días después se fue conociendo el pasado delictivo del elegido, sus serios problemas con la autoridad competente, y aunque Meca y compañía se empeñaron en defenderle luego le hicieron la trece catorce y no le presentaron en la repetición de los comicios, repetición que como saben llevó a la Cámara Alta al siempre despierto Joel Delgado. Ariagona González quedó en las primeras elecciones segunda, a sólo 318 votos de Galindo. En las segundas volvió a repetir como segunda. Está claro que no habrá una tercera, porque ha aparecido en escena Don Manuel.

Nos cuentan que Don Manuel tiene las cosas claras y controladas. A pesar de ello, el hombre se está esforzando por demostrar que no viene sólo a recoger el premio gordo de jubilación. Vamos, que se lo quiere trabajar un poco y se lo está trabajando un poco. ¿Tiene miedo a una posible derrota? Es evidente. Hasta los estudiantes más cualificados van con cierto gusanillo a los exámenes, aunque luego la nota sea de sobresaliente. Don Manuel, contra todo pronóstico, ha hecho campaña, y ha acudido incluso a medios de comunicación como el nuestro donde no lo tenía nada fácil. Se batió el cobre y contestó a un amplio cuestionario de más de una hora que dio mucho de sí, y de alguna forma se reconcilió con parte de una audiencia, entre la que estarán muchos de los lectores habituales de este confidencial, que entendieron que tal vez, y sólo tal vez, nos equivocamos aquellos que hemos creído que durante todo este tiempo de voluntario e involuntario ostracismo ha seguido capitaneando el rumbo del Espinismo.

Curiosamente, y aquí va la información reservada, nos cuentan que hay gente esperando a que terminen las elecciones generales y las locales para pasar determinadas facturas. María Dolores Corujo, esta sí entregada al cien por cien al ínclito Carlos Espino, es consciente de que algunos compañeros quieren que caiga, que deje de liderar un partido al que no ha llevado precisamente por un sendero de éxito. Como apunte, porque el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, recordar que Don Manuel se presentó a las elecciones al Senado en 2000; en aquella ocasión perdió, lo que no impidió que se afiliara al partido y posteriormente lo dirigiera como secretario general. ¿Se imagina el despierto lector que ocurrirá en 2019 si Don Manuel triunfa y sale elegido senador? Si le entusiasmó la derrota, ¿qué efecto puede tener en él la victoria?

La última de la líder de los socialistas ya la conocen, ha sido dejar que Espino entre en la Agrupación de Arrecife y mangonee la campaña electoral de Eva de Anta. La consecuencia ha sido la dimisión de Ana Curbelo, la versión 3.0 de Andrés Fuentes en la organización capitalina. Aunque la alcaldesa ha querido dejar claro en nuestra emisora que el asunto se ha reconducido, no es cierto. El tema tendrá consecuencias. Hay asuntos por los que la militancia no pasa. Las injerencias son feas, y tratar de incorporar al proyecto a gente que te imponen los agentes externos que siguen mangoneando al PSOE más. ¿Se imaginan a personajes como Carlos Meca en las filas del PSOE de Corujo?

En el resto de los partidos las aguas también están movidas. Objeto de otro confidencial será lo que está sucediendo en Coalición Canaria (CC). De entrada, nos consta que Jesús Machín está algo más que inquieto y nervioso tras el anuncio de su amigo/enemigo Antonio Morales de que va a por él y a por su forma de hacer política con el Movimiento Renovador de Tinajo. Ha sido una sorpresa para muchos, no para este confidencial, donde ya les advertimos de que algo así podía ocurrir.

De los resultados de las elecciones va a depender el futuro de unos cuantos líderes políticos, porque las elecciones las ganan todos los integrantes de los partidos pero las pierden sólo aquellos que los dirigen. Es así.

LOS OTROS CASOS GALINDO
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