Una vez más nos sorprende algo que no nos debería sorprender, los manejos de Doña Loly, Doña Loly Luzardo, presidenta todavía de la Gestora del Partido Popular (PP) en Lanzarote. Esta mujer, que todos sabemos cómo ha conseguido sobrevivir a las múltiples crisis de su partido, tiene un curioso concepto del compromiso, y no digamos nada de la verdad. No cuenta una verdad ni aunque la paguen por ello. La última tiene que ver con su curiosa política de comunicación, con su curiosa forma de distribuir la información a los medios, a los medios con los que comparte "amistad", independientemente de su influencia real en la sociedad en la que vivimos. La de ella y la de algunos culichiches que tiene pegado al trasero, que también, por cierto, tratan de engañarnos como si fuéramos nuevos en esto. Sabemos que son muchos los integrantes del PP que no están de acuerdo con lo que Doña Loly y sus secuaces están haciendo, muchos que no dicen nada para no montar un follón a las puertas de las generales. Eso sí, que se prepare después, porque José Manuel Soria no parece saber la mitad de la mitad de lo que está haciendo. Cuando lo sepa, que lo sabrá, es posible que ya no vea con tan buenos ojos a la parlamentaria. Por cierto, ¿no les parece un poco raro que en el acto que se celebró el pasado sábado en Tías no se invitara a abrirlo al presidente del Comité Local? Usted sabrá lo que hace, Doña Loly, pero luego no venga llorando. Ya está bien de mentiras.
