miércoles. 24.04.2024

LAS LÓGICAS QUEJAS DE LOS PROFESIONALES DEL PUERTO

Han tenido que estallar los empresarios que operan en el puerto de Arrecife para que algunos de los que quieren liderar la independencia de la Autoridad Portuaria por cuestiones que se escapan al interés general reaccionen. Este lunes el presidente de la Cámara de Comercio se ha reunido con los profesionales del puerto para abroncarles por su comunicado y para dejar claro que no le gusta que se le cuestione en los medios

Durante años hemos asistido en Lanzarote a un espectáculo ciertamente dantesto: decenas de políticos hablando del puerto de Arrecife sin que ninguno de ellos tuviera la decencia de pasarse por allí para conocer realmente cuáles son sus verdaderos problemas, y empresarios de otros sectores hablando de lo mismo sin más idea que la que les daba la capacidad intelectual y el sentido común de cada uno. Para no perder la costumbre, según han denunciado este viernes los aburridos y cansados profesionales que operan allí, existe ahora un nuevo grupo de políticos y de empresarios que se han empeñado nuevamente en tratar los temas del puerto sin contar con la gente del puerto. Vamos, el deporte insular, hablar por hablar con fines que sólo conocen aquellos que los plantean dándole un barniz de interés general que desprende un olor ciertamente insoportable.

El principal responsable del último desaguisado no es otro que el actual presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote, José Torres, un empresario que tiene una agencia de viajes y que por no se sabe muy bien qué tipo de sistema de elección lleva años perpetuándose al frente de un organismo que ha perdido el norte, el sur, el este y el oeste. Lejos quedan los tiempos en los que se trabajó duramente por parte del empresariado serio, la clase política seria y la sociedad seria por conseguir la independencia de un ente de la cual luego se han beneficiado otros que no son ni parecen nada serios. Lejos quedan los tiempos del primer presidente, Eduardo Spínola, un empresario que luchó por lograr esa independencia cameral y que trató de poner sentido común y esfuerzo al desarrollo de los intereses comunes de toda la Isla.

Precisamente fue Spínola quien lideró inicialmente una idea que llevaba décadas sobrevolando la cabeza de una sociedad que estaba harta de ver el desprecio con el que se trataba desde Las Palmas a su principal puerta de entrada de abastecimiento, como si en lugar de ser un lugar donde invertir y donde desarrollar iniciativas se tratara de un enemigo al que había que eliminar. Fue uno de sus objetivos prioritarios, segregar el puerto de Lanzarote del de Gran Canaria. Pero terminaron aburriéndolo.

El actual presidente de la Cámara de Comercio quiso aprovechar el sentir generalizado de rechazo a lo que se decide en la Autoridad Portuaria de Gran Canaria (que no de Lanzarote y Fuerteventura) y el trabajo que había hecho su antecesor para apuntarse un tanto que evidentemente no le corresponde. Y lo hace, estamos convencidos, por razones que sólo conoce él, y que desde luego no tienen que ver con una abnegada y silenciosa labor de trabajo por el bien comunitario. Y está bien que lo haga, pero a ser posible sin usar recursos públicos. Y está bien que lo haga, pero a ser posible contando con los profesionales que conocen la realidad del puerto de la capital lanzaroteña.

Los empresarios del puerto de Arrecife han estallado y han decidido hablar, aunque no como algunos dicen que han hablado. En el comunicado que enviaron el viernes a los medios no dicen que se oponen frontalmente a la independencia portuaria. Lo que han dejado escrito es que no se está contando con ellos a la hora no sólo de plantear la cuestión sino de tomar una decisión al respecto. Han dicho que es necesario hacer estudios serios y objetivos sobre las consecuencias de la segregación. Han dicho que sin los números es un brindis al sol lo que se plantea y un engaño para la población que quiere que las cosas marchen mejor. De ahí que sonroje ver la interpretación que están haciendo en la prensa grancanaria, probablemente promovida por los lobbys que se frotan las manos al ver un ápice de la habitual falta de unidad de Lanzarote, una isla que no ha prosperado más precisamente por el machacón empeño de algunos de sembrar dudas incluso donde es imposible que las haya.

¿Tienen razón por tanto para estar enfadados? Toda la del mundo, tanto con el representante de la Cámara de Comercio, que todavía no sabemos realmente a cuántos empresarios representa, como con la clase política, porque han brillado una vez más por su ausencia.

Última hora

La última hora pasa por lo que los empresarios adelantaron este lunes en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote. Que, curiosamente, el mismo jueves que tuvieron la reunión y que avisaron de que iban a enviar su malestar a la prensa, fueron automáticamente convocados a un encuentro con la Cámara de Comercio.

Según nos cuentan, ese encuentro se ha producido este lunes, y no ha terminado del todo bien. Sobre todo porque José Torres se ha presentado a la reunión muy molesto con el comunicado que los empresarios enviaron a los medios. Parece ser que les ha echado una bronca de tres pares de narices. Aquí sabemos bien que el tema de los medios no lo lleva del todo bien, salvo que sean medios adulones y de su cuerda ideológica, a los que curiosamente luego nutre de publicidad cameral.

Los empresarios, además, han conocido ya los planes del presidente de la Cámara, y se han llevado la impresión de que este hombre habla como si el puerto fuera suyo y como si estuviera en su mano la toma de decisiones sobre el antes y el después de la segregación.

Un desastre. Otro desastre.

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