Mientras en la Península están metidos en una tremenda guerra del agua a cuenta del lío de los trasvases y de las desaladoras, aquí en Lanzarote tenemos nuestra particular batallita, la que protagonizan el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y Coalición Canaria (CC). Está claro que después de lo ocurrido en las generales se ha extendido el mal rollo entre ambas formaciones. Por eso ahora están a la greña con la presunta privatización de Inalsa. CC dice que sí y el PIL que no. Veremos a ver qué sucede finalmente, aunque esperamos por el bien de todos que lo que parece que sólo es un rumor se quede en eso, en un rumor. A todas estas estábamos, siguiendo entretenidos el lío entre las dos formaciones nacionalistas, cuando nos tropezamos con un grupo de trabajadores de la compañía que nos llamaban la atención sobre un hecho. “¿Han visto eso?”, nos preguntaron. “Eso” no era otra cosa que un camión de Unelco aparcado a la puerta de la sede de las oficinas de Inalsa de la calle Triana, justo enfrente de la redacción de nuestro periódico y de nuestra televisión. Al parecer, según aseguraban los trabajadores, la compañía de la luz que corta normalmente cuando le viene en gana y le echa siempre la culpa a una excavadora, se había presentado allí con un abogado para cortarle el suministro a Inalsa. ¿Será cierto, es verdad que iban a dejar sin luces al edificio central de la compañía del agua, tan malos son los socios de Inalsa, tanto se debe? Parece que al final el tema se medio resolvió, aunque no estaría mal que doña Plácida diera una explicación de lo ocurrido. No creemos que los trabajadores terminen usando velas para cumplir con su labor diaria, pero nos consta que están preocupados. ¿Tan fea está la cosa?
