Estamos convencidos de que pronto, muy pronto, se va a generar un fuerte debate en torno a un documento que tiene que servir como pistoletazo de salida para obtener algo que en este medio se defiende con fervor, la independencia del puerto de Arrecife del yugo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Mientras todo esto sucede, Don Pepa seguirá de “holideis”, ahora no sabemos dónde. No es que tengamos nada en contra de Don Pepa y su inmerecido descanso, pero sí que lo tenemos en contra de las instrucciones claras y precisas que dio a uno de sus secuaces, a Chascarrín, para que utilizara su escaso ingenio en perpetrar determinada actuación para la que ha sido necesario echar mano de artes evasivas que no van a ir a ninguna parte. Ambos, Don Pepa y Chascarrín, que como asesor no tiene precio, se las prometían muy felices cuando vieron que habían culminado la fechoría. Poco sabían ellos que en poco tiempo la tortilla se iba a dar la vuelta, colocando nuevamente los huevos en su sitio. Que tengan cuidado porque nos han dicho fuentes de absoluta confianza que los han puesto en una peligrosa picota. Que nadie se preocupe, que también daremos cuenta del asunto en breve.
