Continuando con los socialistas, el siguiente capítulo tiene que ver con la narración de un episodio lamentable que demuestra el talante y la democracia que maneja alguno de los dirigentes socialistas, concretamente de su secretario de Organización, Carlos Espino. Como saben, en este mismo espacio avanzamos ayer que el jueves estarían en Lanzarote dos personajes de peso dentro del socialismo canario como son Francisco Hernández Spínola y José Alcaraz. Como nos preciamos de ser el único medio que hace seguimiento de casi todas las cosas que pasan en Lanzarote, como sabemos que somos el medio que más noticias cuenta al día, cubrimos un acontecimiento que a nuestro juicio nos parece relevante. Por esa razón mandamos a la sede de la calle Canalejas a nuestra fotógrafa Dory Hernández, para que retratara la visita de Hernández Spínola y Alcaraz a la sede socialista de Arrecife. Para su sorpresa, y para la nuestra, el demócrata señor Espino bajó al lugar en el que se encontraba cuando fue advertido de su presencia, y después de preguntarle en qué medio trabajaba -Dory le dijo que en el diario Crónicas, lógicamente- de muy mala manera y con un talante que nada tiene que ver con lo que vende el socialismo del siglo XXI le dijo que no podía hacer fotos, sin molestarse en consultar con los que eran los protagonistas de la noticia. Menos mal que nuestra fotógrafa es tan profesional como acredita su dilatada experiencia y no se conformó con el no del demócrata Espino, de ahí que accediera al lugar en el que se encontraban Hernández Spínola y Alcaraz y consiguiera la fotografía que ilustra la información de hoy de la página 4. Evidentemente, los otros dos dirigentes socialistas no pusieron reparo para que la fotógrafa de Crónicas hiciera su trabajo. No les importó que trabajara en un medio que el señor Espino, por las razones que él y sólo él debe saber, considera hostil. Nos imaginamos el corte que se tuvo que llevar el demócrata Espino, el mismo que en su día dio Juan Fernando López Aguilar a todos los socialistas de Lanzarote que se negaban sistemáticamente a hacer declaraciones a los profesionales de este medio cuando trabajaban en su anterior grupo de comunicación. Se repite la historia.
