En la edición anterior les contábamos parte de las aventuras del Belillo -con “b” de burro-, y de sus múltiples y sucesivas desgracias, a punto en próximas fechas de concretarse en determinado acontecimiento para el que ya se está preparando en compañía de la Ratita Meona y del Gato Cagalera. Bueno, al margen de las otras cuestiones de las que les hablamos, tenemos que apuntar un dato más a la historia, y es que en Madrid y desde Madrid se está gestando una operación que tiene mucho que ver con la existencia de un contenedor que tiene unos mil kilos de peso, gramo arriba y gramo abajo. Lo curioso del caso es que la tonelada en cuestión se puede resumir en diez o doce folios. ¿Cómo? Lo sabrán muy pronto, en el momento en el que se empiece a saber más del triste final del Belillo. Ya les adelantamos ayer y lo ratificamos ahora que la noticia que se va a llevar el personaje le va a hacer que le suba el azúcar. De hecho, si no se muere de esta, Dios no lo quiera, es de verdadero milagro. Muchos creen que cuando le llegue esta última noticia se quedará recluido para siempre, dejará de hacer de las suyas. Otros no son tan optimistas. Insistimos, atentos al mes de octubre, atentos sobre todo al antiguo día de La Raza.
LAS ANDANZAS DEL BELILLO
21 de septiembre de 2006, 14:34