Y mientras el poso dejado por Doña Manuela (o Mela) en sus particulares 59 Segundos provoca disparates como los publicados por Canarias Ahora, el iluminado de Carlos Espino, a quien ya saben que le deseamos que Dios libre y guarde no por demasiado tiempo con cargo público remunerado, descubrió este jueves la pólvora. Después de la matraca que han dado, de su protagonismo en los medios internacionales, después de la campaña que tanto daño ha hecho y que tanto han criticado sus socios de gobierno, han descubierto cómo arreglar el problema de los hoteles. Para eso, como denuncia el PNL, ha hecho falta traer a unos expertos pagados con el maltrecho bolsillo de todos los lanzaroteños. Resulta que la solución la teníamos delante de nuestras narices, pero como somos bobos, no la veíamos. Vamos, que “una modificación puntual del planeamiento insular, que afectará al de los municipios turísticos y al regional”, es la única salida para poder regularizar los procesos de tramitación de licencias de los hoteles “alegales” de la isla de Lanzarote. “La única manera de justificar, si así lo convenimos todos, cambios para que algunos de los hoteles con problemas legales puedan encajar en el planeamiento actual, sería acometer un proceso de reforma en nuestra ordenación que, como consecuencia colateral, no como objetivo principal, tuviera el que cupieran esos establecimientos, y acreditando siempre el interés general”, dijo Espino a los periodistas. ¿Nos quiere explicar el señor Espino que quiere decir esto, no es lo mismo que se venía pidiendo desde hace tiempo, no se podría haber ahorrado el viaje y las alforjas para terminar diciendo lo que era evidente, no se podía haber sentado con Domingo Berriel para transmitirle esta cuestión? No, era mejor enredar más la madeja y seguir generando gastos judiciales y gastos absurdos en estudios e informes que no conducen a ninguna parte. Así nos va.
LA VISIÓN DE ESPINO
7 de noviembre de 2008, 13:40