No se puede imaginar nadie el revuelo que organizó ayer en una parte importante de la Isla, al menos en la parte que sigue la actualidad informativa, la nota de prensa que envió Miguel González como secretario de Comunicación del Partido Socialista Canario (PSC) en Lanzarote. Nos referimos a la ya famosa nota del “James Bond” y “sus chicas”, que no son otros, a juicio de González, que Mario Pérez, María Isabel Déniz e Inés Rojas. Al margen de lo censurable que puede resultar que se utilicen expresiones de este tipo en una nota oficial de un partido, nos consta, porque así nos lo confirmaron, que en formaciones como el Partido Popular (PP) se habían puesto a trabajar para enviar una nota a los medios mostrando su condena por el tono machista de la nota. Nos cuentan que incluso se va a pedir un pronunciamiento de la principal asociación en defensa de la mujer, Mararía, que casualmente está presidida por una destacada militante socialista, Nieves Rosa Hernández. También sabemos, porque lo escuchamos de boca de varios dirigentes socialistas, que en varios sectores del PSC ha sentado a cuerno quemado la nota. Mucha gente del partido no entiende como Miguel González ha enviado a los medios un comunicado de esas características firmándolo como secretario de Comunicación y no a título personal. Mucha gente del partido no entiende tampoco cómo Miguel González y quien le haya autorizado a enviar la nota, que se supone que es el secretario general, Manuel Fajardo, han entrado como auténticos victorinos al trapo que les enseñó por la mañana Coalición Canaria (CC). Lo que está claro, lo que pone de manifiesto la rueda de prensa de la mañana y la posterior contestación es que las cosas están peor que nunca. Ahora entendemos menos que nunca que fuera el propio Miguel González el que en rueda de prensa reciente dijera que la inestabilidad del pacto del Cabildo sólo estaba en los medios de comunicación y en algunos foros.
