La Llorona es un personaje curioso que pulula por el retorcido espectro de nuestra política local, alguien que cual plañidera de las baratas suplicaba hace más o menos cuatro años que se le echara una mano, en el momento en el que estaba más hundida que el Titanic y postergada en el rincón más oscuro de los posibles. La Llorona acudió a alguien que creía que podía echarle una mano por su influencia social, alguien que efectivamente la ayudó y consiguió que sacara cabeza. Entonces esta persona le salvó el paquete, y la colocó en un lugar en el que no habría estado ni de broma por sus propios méritos. Ahora nos cuentan que La Llorona ha cambiado mucho, que en cuanto ha tocado poder, en cuanto ha saboreado las mieles de la dictadura que practica, se ha creído más de lo que es y se ha subido a la chepa de todo el mundo, incluso de la persona que de forma interesada le echó una mano cuando tenía la soga al cuello. Ahora se ha convertido en una caudillita a lo Carmen Polo. Bueno, ahora hacemos un pronóstico. Como Roma no paga a traidores, La Llorona va a terminar pagando cara su osadía, y no va a tener otra que unirse al dúo que ya forman el Sargento Alatristísima y El Otro. Más información en próximos boletines.
