Muchos de nuestros lectores se preguntarán por qué este diario, Lanzarote Radio y Canal (L) no le dieron ayer cobertura informativa a la inauguración del Centro de Salud de Titerroy. La respuesta es sencilla. Se trató de un pequeño acto de protesta contra un atropello que se viene repitiendo sistemáticamente con los medios de comunicación que no somos ni de Gran Canaria ni de Tenerife. Nos referimos una vez más al consabido y repetido capítulo de la publicidad institucional. Como sabrá la gente que acostumbra a leer la prensa que se edita en Gran Canaria, Canarias 7 y La Provincia, este fin de semana la Consejería de Sanidad que dirige María del Mar Julios publicó un gran anuncio en el que se daba cuenta del acontecimiento que se iba a desarrollar el lunes por la mañana en Lanzarote. No nos parece mal que se haga publicidad en estos diarios provinciales, todo lo contrario, nos parece magnífico. Ahora, lo que no entendemos es que se vulneren los principios de la equidad y de la propia ley de la distribución de la publicidad institucional obviando al único diario local de papel que hay en Lanzarote. Como no estamos en las redacciones de todos los medios locales, no sabemos si al resto también le ha pasado, no sabemos si alguien ha recibido orden de publicación de publicidad de la inauguración en cuestión. Nosotros no. Por esa razón, porque creemos que ya está bien de tanta tomadura de pelo -muchas por cierto provenientes de esta misma Consejería-, nos hemos negado a darle cobertura al acto, nos hemos negado a sacar las fotos de los políticos que, muchos metidos de lleno en campaña, estuvieron ayer oficializando lo que para muchos fue una tomadura de pelo cuando los Reyes visitaron esta tierra. A nuestros lectores, a aquellos que no se hubieran enterado por otro canal, les informamos de que el Centro de Salud de Titerroy ya está operativo, después de resolver sus muchos problemas. A la Consejería de Sanidad y a la señora Julios, le decimos simplemente que abra el ojo y esparrame la vista, que no acaba todo en Gran Canaria y Tenerife. Hay vida más allá.
